Un cabo del Ejército de Estados Unidos montando un RQ-11 Raven.Un soldado estadounidense se prepara para lanzar el Raven en Irak.Raven lanzado por un soldado estadounidense en Irak.
El Raven puede ser tanto controlado remotamente desde la estación de tierra como volar completamente de forma autónoma usando navegación GPS. Al UAV se le puede ordenar inmediatamente que vuelva a su punto de lanzamiento simplemente presionando un único botón de mando. La carga para una misión estándar incluye vídeo en color CCD y cámara de visión nocturna.
El avión cuesta alrededor de 25 000 dólares y el sistema completo unos 250 000 dólares.[2]
Dinamarca adquirió 12 sistemas Raven en septiembre de 2007. Tres sistemas serán entregados a las fuerzas especiales del Ejército, mientras que los restantes serán para el Centro de Entrenamiento de Artillería del Ejército Danés.[4]
Los Países Bajos van a adquirir un número indeterminado de sistemas RQ-11B por un valor total de 7,7 millones de dólares.[5]
Misión: Reconocimiento y vigilancia remotos, búsqueda de objetivos, seguridad de convoyes y protección de tropas, evaluación de daños de batalla, para infantería ligera, Dismounted Warfighter y operaciones militares en zonas urbanas (Military Operations in Urban Terrain, MOUT).
Características: manejo sencillo, ligero, pequeño tamaño, lanzado a mano, navegación autónoma, aterrizaje automático, interfaz de sistema interoperable.
GCS: ligero, componentes modulares, cubierta impermeable, muchas características avanzadas sin necesidad de ordenador portátil, mapa móvil opcional FalconView e interfaz de planificación de misión para ordenador portátil, grabación de vídeo digital y captura de imagen fija.
Carga útil: morro con dos cámaras con visión frontal y lateral, panorámica/picado/zoom electrónicos con estabilización morro con cámaras infrarrojas con visión frontal y lateral (carga de 200 g).