La gran falta de documentación impidió a Manetón comunicar los nombres de los gobernantes predinásticos, aparte de Menes. Se les llamaba, genéricamente, 'Espíritus de los difuntos' mientras que en el Papiro de Turín estos gobernantes son llamados 'Espíritus seguidores de Horus' o, más simplemente, 'Seguidores de Horus'.
Más concretamente, estas almas son las bȝw egipcias (bau), plural de bȝ (ba), de los soberanos pertenecientes a la esfera de lo divino aunque el ba fuera sólo un componente identificable del individuo en su energía vital.
Estas almas se representan a menudo en pinturas funerarias como una transposición del jeroglíficodeterminativo de la palabra egipcia hnw, es decir, "júbilo", que representa a una figura antropomorfa con una rodilla en el suelo que se golpea el pecho con un puño, mientras su otro brazo, con el puño cerrado, lo mantiene en alto. El gesto deriva de la música antigua llamada corpórea, que se ejecutaba con la percusión del pecho primero con un puño y luego con el otro.[2]
Era la forma del saludo ante la aparición del soberano y de Ra en el horizonte como Jepri y lo realizaban los sacerdotes, los altos oficiales del estado y el cortejo divino que saludaba a Atón, tanto al amanecer como al atardecer.
Las almas (bȝw) de Pe y Nejen siempre fueron representadas con este gesto de júbilo, como seres antropomorfos con cabeza de halcón las almas de Pe y con cabeza de cánido las de Nejen. Nejen (el griego Hieracómpolis) era el centro de adoración del dios Horus y antigua capital del Alto Egipto, cuyos sucesores, se pensaba, eran los faraones egipcios. Pe (Buto en griego) era la mítica capital del Bajo Egipto, no conocida por su culto a Horus,[3] aunque Ra le había otorgado la ciudad a Horus después de que se lesionara el ojo en la lucha por el trono de Egipto.[4] De esta manera, se identificaban así las antiguas fuerzas espirituales de las dos mitades del país.
La aprobación de sus predecesores, incluso tan mitológicos y anónimos como las "almas de Pe y Nejen", fue importante para los reyes egipcios, quienes se refirieron a ellas en muchas inscripciones. Incluso los faraones kushitas se veían a sí mismos como descendientes de las almas de Pe y Nejen.[5]
Parece que las Almas de Heliópolis comprendían las Almas de Pe y Nejen.[6]
Representaciones
Iconográficamente, se suelen representar las Almas de Pe y Nejen como divinidades antropomorfas en forma de tres con cabeza de halcón y tres con cabeza de chacal.
Están representadas en la tumba de Ramsés I donde el soberano es saludado por la procesión divina como el nuevo sol u Horus en el horizonte mientras que en otra imagen, el soberano aparece entre un Alma de Pe y una de Nejen mientras saludan a Osiris con un gesto de júbilo.
Incluso la llegada del sol al inframundo era saludada, con el gesto hnw, por deidades definidas como 'las Occidentales', que a menudo reemplazaban a las Almas de Pe y Nejen en la iconografía funeraria.
↑Demas, Martha y Neville Agnew, eds. 2012. Valley of the Queens Assessment Report: Volume 1. Los Angeles, CA: Getty Conservation Institute. Getty Conservation Institute.
Bibliografía
A. M. Donadoni-Roveri, F. Tiradritti, Kemet, Electa, ISBN 88-435-6042-5.
Henri A. Frankfort, Kingship and the Gods, University of Chicago Press, 1978.
George Hart, The Routledge Dictionary Of Egyptian Gods And Goddesses, Routledge 2005.
László Török, The Kingdom of Kush: Handbook of the Napatan-Meroitic Civilization, Brill. 1997.