Bolea (en aragonésBoleya),[1] es una localidad (villa) de la comarca Hoya de Huesca y ejerce la capitalidad del municipio de La Sotonera en la provincia de Huesca. Situada a las faldas de las sierras de Caballera (1.563 m.) y Gratal (1.567 m.), sobre un promontorio que tiene vertientes a norte y sur, al NO de la ciudad de Huesca y a 20 km de distancia.
Toponimia
Su nombre proviene del vocablo indoeuropeo bols, o bol que significa "cerro", "colina", aunque también ha recibido los nombres de "Yululo" en las fuentes árabes.
Geografía humana
Demografía
Gráfica de evolución demográfica de Bolea[2] entre 1842 y 1970
Población de derecho según los censos de población del INE.Población de hecho según los censos de población del INE.Entre el Censo de 1970 y el anterior, crece el término del municipio porque incorpora a 22513 (Anies). Entre el Censo de 1981 y el anterior, este municipio desaparece porque se agrupa en el municipio 22904 (La Sotonera).[3]
Evolución demográfica
1970
2000
2001
2002
2003
2004
2006
2010
2014
2015
2018
2019
2021
836
540
543
543
534
537
585
571
536
532
473
464
494
Historia
Edad Media
La primera mención que tenemos de la población es a través del cronista Al-Razí, quien enumera las fortalezas vinculadas al valí de Huesca, mencionando la plaza fuerte de "Tolia", nombre con el que se denominaba entonces al castillo de la población.[4]
El historiador andalusí Al-Udrí la menciona como una de las fortalezas más importantes de la medina de Wasqa, quien la describe como:[5]
Otra fortaleza es la del castillo de Yululo, que tiene una preciosa muralla, y entre las casas intramuros hay molinos harineros que trabajan continuamente en invierno y en verano. Tiene abundantes frutales y olivos y está cerca del monte Aragón, que es un monte famoso entre los cristianos.
Al-Udrí volverá a mencionar la población al contar cómo en el 886 Huesca sufrió un ataque y su walíUmar Ibn Zakari-yya se había dirigido al «Qasr» de Buluya.
Posteriormente, en 1057 intentó conquistarla el rey Ramiro I de Aragón y más tarde en el 1083 lo intentó el rey Sancho Ramírez de Aragón, quien según la crónica Pinatense la consiguió conquistar para perderla después del 1093, cuando aparece donando su iglesia al monasterio de Montearagón.[6]
Bolea fue una conquista tardía ya que las poblaciones cercanas de Puibolea, Loarre, Marcuello y sobre todo, Huesca, la fueron dejando aislada, quedando como un reducto musulmán en la zona que a pesar de las presiones del incipiente reino de Aragón consiguió mantenerse y hasta lanzar alguna que otra razzia.[6]
El 9 de mayo de 1097 se alude a la "casa de Azhoer de Boleia" y ya en septiembre de 1101 Pedro I emitía un documento "en el asedio de Bolea", siendo finalmente conquistada el 18 de octubre de 1101 por el rey Pedro I de Aragón[7]tras vencer a un destacamento enviado por el rey de la taifa de Zaragoza en auxilio de la población, más tarde en marzo de 1099 el mismo rey confirmó a Montearagón la iglesia de "Boleia".
Durante la Edad Media, Bolea fue una población que aunque fue de realengo durante largos periodos de tiempo contó con varios tenentes como Fortún López, quien también era tenente de Loarre desde el 1101 hasta el 1010, cuando aparece Pere Petit, posiblemente hermano de Castán de Biel y tío de Fortún Garcés de Biel, que mantuvo la tenencia hasta su muerte en el 1133, siendo sucedido en la tenencia por su hijo Pedro aunque ya en septiembre del mismo año y ya gobernando Ramiro II, quien separó esta tenencia de la de Loarre, en donde fue nombrado Lope Fortuñones, mientras que en Bolea se nombró a un noble llamado Cecodín de Navasa quien fue sucedido rápidamente por el noble Armengol VI hasta que este apoyó al rey castellano Alfonso VII en la conquista de Zaragoza.
Tras este suceso aparece en febrero del 1135 como tenente de la población un noble llamado Beltrán de Larbasa, quien también lo era de Ejea, Luna y Aínsa pero tras una revuelta en la que el rey aragonés tuvo que refugiarse en la población de Besalú y tras el cual según cuenta la leyenda ocurrió la Campana de Huesca, tras el cual desaparecen del corpus documental tanto Beltrán de Larbasa como Lope Fortuñones.[8]
Es desde entonces hasta el 1149 cuando el señor de la población y de Curbe es un tal caballero Gómez, quien había estado al servicio del rey navarro pero había caído en desgracia, mientras que los señoríos de Puibolea y de Anzano fueron para Ramón de Larbasa, hermano de Beltrán.[6]
Posteriormente serían también tenentes de la población personajes de relevancia como el levantisco bearnés Arnaldo de Lascún entre el 1146 y tras su vuelta a la obediencia real entre 1158-62 o Jimeno de Atrusella, alférez mayor del rey Alfonso II, quien fue tenente entre el 1172-75.[9]
En el 1174 la villa fue incluida dentro de la dote de la reina Sancha de Castilla, siendo la próxima fecha en la que se menciona la villa en octubre de 1198 el rey Pedro II de Aragón incorporó a la corona la villa de Bolea y prometió a sus habitantes que nunca enajenaría la villa, aunque posteriormente hubo de empeñarla junto con Loarre al noble Pedro de Ahones, teniendo que recuperarlos Jaime I en 1225, quien más tarde el 5 de febrero de 1262 vendió la villa de nuevo, esta vez a Gonzalo López aunque debió de volver a la corona poco después ya que el 14 de febrero de 1294 el rey Jaime II de Aragón dio Bolea a Rodrigo Jiménez de Luna para que tuviese durante su vida.[10]
El 29 de enero de 1294 Rodrigo Jiménez de Luna dio al rey Jaime II de Aragón el castillo y villa de Bolea, quien a su vez el 20 de enero de 1295 dio licencia a Pedro de Montagut para que se la entregase a Rodrigo Jiménez de Luna.[11]
Entre el 1295 y 1338 el era de realengo, mientras que el 26 de noviembre de 1383 el infante Martín donó la villa, volviendo esta de nuevo al realengo en el 1414 para volver a ser donada el 30 de marzo de 1418 por el rey Alfonso V de Aragón a su hermano Juan.
Edad Moderna
En 1610 continuaba siendo de realengo,[12] tal y como cuenta el portugués Labaña a su paso en el 1616 cuando comenta que en ella habitaban doscientos vecinos pero destaca el avanzado estado de ruina de varios monumentos.[13]
A pesar de ser de realengo, Monasterio de Montearagón también era un importante propietario en la zona, prueba es que sus iglesias se encontraran en su jurisdicción eclesiástica, tanto que sus concesiones influyeron probablemente en la creación de arrabales, como parece ser el de Xavierre que aparece mencionado en una donación que realiza el monasterio a un pellicero para que construya unas casas en los alrededores de la Iglesia de Santo Tomás[6] o el de Mueras, donde se ubica la Ermita de la Virgen de Mueras y que existió hasta al menos el 1652, cuando contaba con cuatro casas.
Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, construida sobre una ermita románica dedicada a Santo Tomás que fue reparada a finales del XVIII hasta que se decidió construir el actual templo en dos fases entre 1749-1760 y 1787-1799.[14][15]
Ermita de la Virgen de Mueras, se trata de una ermita románica construida entre los años 1150 y 1160 pero que sufrió varias reformas y restauraciones a lo largo de tiempo,[16] pero que destaca por el valor artístico de sus capiteles románicos supervivientes.[17][18]
Ermita de San Andrés Corsino, fundada en el siglo XVIII por el doctor de derecho Francisco José Bardají, enterrándose en la misma junto a su familia, actualmente en estado de ruina.[20]
Ermita de San Cristóbal, construcción en mampostería del siglo XVII alejada del pueblo por el camino de las piscinas hacia Santa Quiteria.[21]
Fuente Vieja, del siglo XVIII que alimenta el lavadero de época moderna.[23]
Restos de la antigua fortaleza musulmana, también conocido como Castillo de Bolea,[6] ya se encontraba en estado de ruina en el siglo XV-XVI,[24] aunque aún durante la Guerra Civil existía una cámara subterránea usada como depósito de munición y hoy día sus restos se encuentran integrados en la Colegiata de Bolea.[25]
La villa romana en la partida de Corona, identificada como Calagurris Fibularia.
Fiestas
Festividad de San Antonio, celebrada el domingo más próximo al día 13 de junio, Bolea celebra la Feria de la Cereza siendo el punto de encuentro la Plaza Mayor.
Fiestas de Santa Quiteria, celebradas en mayo con una romería a la ermita del mismo nombre organizada por una cofradía.[19]
Personas célebres
Diego Dieste - Científico, que nació en el último tercio del siglo XV. Estudió en París, regresando como catedrático de Física a Zaragoza por orden de Fernando el Católico. Publicó la obra Quaestiones Physicales Super Aristotelis Textum (J. Cocci, Zaragoza, 1511).
Felipe de Urriés - Prelado, que fue nombrado obispo auxiliar de Huesca por León X en 1517, con derecho a sucesión. Sin embargo, al morir el titular, no logró ceñirse la Mitra oscense, lo que provocó una encarnizada lucha armada entre las huestes del conde de Ribagorza, tío de don Alonso de Só, el nuevo titular, y los partidarios del obispo Urriés, que salieron derrotados
Francisco Salvador - Canonista, que estudió en la Universidad de Huesca y fue colegial del Mayor e Imperial de Santiago, del que salió en 1603. Obtuvo la dignidad canonical de Arcediano de Sobrarbe, siendo también visitador general y vicario general de la diócesis oscense. Falleció en Huesca en enero de 1641
Tomás Brun Normante - Jurista, que nació en 1680. Colegial del Mayor y Real de San Vicente Mártir en 1710 y rector de la Sertoriana en 1711, se trasladó luego a América donde fue nombrado Protector General de Indios el 30 de agosto de 1720 y alcalde del Crimen de Lima el 1 de octubre de 1723
Demetrio Lorés Garasa - Teólogo, colegial que fue del Mayor y Real de San Vicente Mártir en 1729 y rector de la Universidad de Huesca electo el 30 de agosto de 1733, obteniendo posteriormente una canonjía en la catedral de Valencia
Francisco de Bardají y Villarreal - Jurista, que nació en 1703. Se doctoró in utroque iure por la Universidad de Cervera, fue catedrático de Cánones y ejerció de abogado de los Reales Consejos. El papa Clemente XII le nombró caballero de la Pontificia Orden de la Espuela de Oro (Militia Aurata), abrazando el sacerdocio a la muerte de su esposa doña María Franco, natural de Olorón. Fundó en Bolea la iglesia de San Andrés Corsino en 1736, donde fue enterrado tras su fallecimiento el 22 de diciembre de 1772
Francisco Asesio - Teólogo, que fue rector de la Universidad de Huesca en 1759 y canónigo de la catedral oscense
Albino Ontiñano López - Helenista, que nació el 5 de febrero de 1901. Profesor de Lengua Griega en el Seminario Conciliar Oscense durante varias décadas, dejó marcada en su numeroso alumnado la impronta indeleble de sus profundos conocimientos en la lengua del Ática. Ordenado presbítero el 14 de junio de 1924, fue examinador sinodal, oficial de la Curia, vicenotario del Tribunal Eclesiástico, etc. Por los años 1946 y 1947 ejerció de profesor en el colegio oscense de Santa Ana.
Víctor Castro Sanmartín - Militar y político, que nació en 1917. Licenciado en Ciencias Exactas por la Universidad de Zaragoza, diplomado en Estadística Matemática por la de Madrid, diplomado de Estado Mayor del Ejército y por la Escuela de Guerra de París, fue ascendido a General de División. habiendo ocupado importantes cargos en el Ejército, tras haberse distinguido en la última guerra civil y en la campaña de Rusia. Como político, fue director general de Aduanas y, posteriormente, director general de Seguridad del 18 de diciembre de 1975 al 23 de julio de 1976.
Agliberto Garcés López - Escritor en aragonés, que nació en 1908. Publicó "Fraseología de habla popular aragonesa" (Ed. Consello d'a Fabla Aragonesa, Huesca, 2002), recopilación de más de 5.000 palabras aragonesas de Bolea y su redolada. Fue recogida su obra completa en aragonés en el libro "Agliberto Garcés (1908-2002) Obra en aragonés meridional" (Xordica Editorial, Zaragoza, 2012) por Alberto Gracia Trell y Chusé Raúl Usón.
↑Secretaría General Técnica, Ministerio de Administraciones Públicas (2008). Variaciones de los Municipios de España desde 1842 (1.ª edición). Madrid: Gobierno de España. Consultado el 23 de enero de 2024.
↑Esco Sampériz, Carlos (1993). «Huesca en la Marca Superior del Al-Andalus». En Teresa Luesma, ed. Signos: arte y cultura en el Alto Aragón medieval. Zaragoza: Diputación de Huesca. pp. 63-65. ISBN84-86978-87-4.
↑Alagón Ramón, Alejandro Rafael (2021). «12. Listado de siete nobles que desaparecieron del registro documental». La Campana de Huesca y sus misterios. Madrid: Circulo Rojo. pp. 145-160. ISBN9788411155465.
↑Garcés de Cariñena, Pedro; Zurita, Jerónimo; Ubieto Artur, María Isabel (1983). Nobiliario de Aragón. Anubar. p. 193. ISBN978-84-7013-202-5. Consultado el 4 de agosto de 2024.
↑de Bofarull y Mascaró, Próspero. «CODOIN». Codoin (39): 289.
Ubieto Arteta, Antonio, "Historia de Aragón". Los pueblos y los despoblados I (Ed. Anubar. Zaragoza, 1984)
Conte Oliveros, Jesús. “Personajes y Escritores de Huesca y Provincia”. Ed. Librería General (Zaragoza 1981)
Regina Sáinz de la Maza Lasoli: La Orden de Santiago en la Corona de Aragón: la Encomienda de Montalbán (1210-1327)Institución Fernando el Católico, 1980 - 488 páginas