Francia ha sido un país muy influyente en el desarrollo del cine como medio de entretenimiento a nivel mundial. Los hermanos Lumière son considerados los inventores del cine ya que introdujeron el cinematógrafo y realizaron una gran cantidad de películas que sentaron un precedente para la industria cinematográfica.
A finales del siglo XIX, durante los primeros años del cine, Francia fue pionera en varios aspectos. Los Hermanos Lumière fueron quienes inventaron el cinematógrafo; su proyección de L'Arrivée d'un train en gare de La Ciotat (La llegada de un tren a la estación de La Ciotat) en París en 1895, es considerada por muchos historiadores como el nacimiento oficial del cine. Durante los siguientes años, los directores de cine de todo el mundo comenzaron a experimentar con este nuevo medio. El francés Georges Méliès fue influyente, ya que inventó muchas de las técnicas ahora comunes en el lenguaje cinematográfico e hizo la primera película de ciencia ficciónLe Voyage dans la Lune(Viaje a la Luna) en 1902.[1]
Otras personas y organizaciones de este periodo incluyen a Léon Gaumont y Pathé. Alice Guy Blaché fue una de las pioneras del cine. Hizo su primera película en 1896, La Fée aux Choux, y fue jefa de producción en Gaumont (1897-1906), donde hizo en total unas 400 películas. Su carrera continuó en los Estados Unidos. Otros pioneros que trabajaron en Francia y en los Estados Unidos fueron Maurice Tourneur y el actor cómico Max Linder.
En esta época hay que situar al denominado "Rimbaud del cine", como recuerda el crítico cineasta Roman Gubern, esto es, Jean Vigo (1905-1934) que, con solo cuatro obras-dos cortometrajes, un obra de mediometraje y su único largometraje, L'Atalante-sirvió de puente entre el surrealismo y el realismo poético de antes de la segunda gran conflagración mundial.[3]
Empezando en el año 1935, el renombrado dramaturgo y actor Sacha Guitry dirigió su primera cinta. Hizo más de treinta películas que son vistas como precursoras de la era "new wave".
En 1937 Jean Renoir, el hijo del famoso pintor Pierre-Auguste Renoir, dirigió lo que muchos ven como su primera obra maestra, La gran ilusión. En 1939 Renoir dirigió La regla del juego(La Règle du Jeu). Varios críticos de cine han citado a esta película como una de las mejores de todos los tiempos.
Les Enfants du paradis de Marcel Carné fue filmada durante la Segunda Guerra Mundial y estrenada en 1945. La película, de tres horas de duración, fue muy difícil de realizar debido a las condiciones durante la ocupación nazi. Situada en París en 1828, la película fue votada "Mejor película francesa del siglo" en una votación de 600 críticos y profesionales franceses a finales de los años 1990.
La industria del cine francés recibe muchos fondos costeados por quienes pagan impuestos en Francia. Roselyne Bachelot, Ministro de Cultura entre 2020 y 2022, en su libro 682 jours indicó que los artistas preeminentes de producciones independientes cobran ingresos «tres o cuatro veces superiores a los de los actores de películas independientes estadounidenses», añadiendo: «las subvenciones directas, los anticipos sobre los ingresos, las exenciones fiscales y la intermitencia han creado una economía asistida que no solo se preocupa poco por los gustos del público, sino que siente un claro desprecio por las películas de masas y rentables».[4][5] Según Bachelot, esto habría creado «feudos clientelistas».[6]
Cuando Jean-Jacques Beineix hizo Diva (1981) puso la chispa del comienzo de la oleada de los años 1980 del cine francés. Las películas que siguieron a este despertar incluyen 37°2 le matin (1986) por Beineix, El gran azul (Le Grand bleu, 1988) por Luc Besson y Los amantes de Pont-Neuf (Les Amants du Pont-Neuf, (1991) por Léos Carax.