La clase Velasco la componían ocho cruceros desprotegidos de segunda clase de la Armada Española, que según los estándares de la época, eran en realidad grandes cañoneros desprotegidos. Fueron construidos entre 1881 y 1888 en diversos astilleros, uno inglés y tres españoles. Eran buques diseñados para el servicio colonial en ultramar y de representación diplomática, y no para el combate contra flotas blindadas de potencias de la época.
Dos de estos buques se perdieron en accidentes y tres de ellos fueron hundidos en combate en la guerra hispano-estadounidense de 1898. Uno de estos tres buques sería reflotado y prestó servicio en la Marina de los Estados Unidos. El más longevo, el Infanta Isabel, prestó servicio hasta 1926.
Diseño
La clase Velasco constaba de dos subclases ligeramente diferentes. Los primeros dos barcos, Velasco y Gravina, construidos por Thames Ironworks & Shipbuilding & Engineering Co. Ltd. en Leamouth, Londres en el Reino Unido, tenían menos cañones pero más pesados y eran un poco más rápidos que los siguientes seis, que fueron construidos en varios astilleros en España.[1] La clase tardó mucho tiempo en completarse, ya que los dos barcos de construcción británica se terminaron en 1881 y el último construido en España no se completó hasta 1889. Los barcos tenían una chimenea bastante alta, un casco de hierro y aparejo de bricbarca. Carecía de blindaje lateral en su casco.
Los cruceros de la clase Velasco generalmente fueron asignados al servicio colonial. Fueron una clase desafortunada, con dos perdidos en el mar y tres más hundidos durante la guerra hispano-estadounidense en 1898. Los tres sobrevivientes duraron hasta principios del siglo XX, y el último, el Infanta Isabel, se desguazó en 1927.
El 12 de junio de 1898, ante la presencia del crucero auxiliar estadounidense USS Saint Paul bloqueando el puerto de San Juan de Puerto Rico, efectuó una salida junto con el destructorTerror con intención de dar cuenta de él, cuando este último se encontraba a una distancia óptima para el ataque con torpedos. El Terror sufrió un impacto directo de un proyectil de artillería que, aunque no explotó, le provocó una vía de agua, obligándole a retirarse protegido por el fuego de artillería del Isabel II.
El 28 de junio, el Isabel II evitó la total destrucción del vapor Antonio López por el crucero auxiliar USS Yosemite, aunque no pudo evitar que se perdiera mientras intentaban reflotar el vapor, ya que apareció el crucero protegido USS New Orleans.
Tras la guerra, tenía sus máquinas en tan mal estado que apenas desarrollaba la mitad de su velocidad, por lo que fue dado de baja en 1902.
En la batalla de Cavite le habían desmontado dos de sus piezas de artillería principales con destino a la batería de Corregidor en tierra. Tenía las máquinas averiadas y sin poder navegar fue un blanco fácil durante la batalla, recibiendo 33 impactos directos.
Tras ser hundido en la Batalla de Cavite por la Armada estadounidense al recibir 13 impactos, fue reflotado e incorporado a la flota estadounidense como USS Don Juan de Austria, donde prestó servicio hasta 1919.
Fue el primer crucero de casco metálico construido en España. Durante la guerra hispano-estadounidense estuvo destinado en La Habana y regresó a España al finalizar el conflicto.
Fue el buque más longevo de la clase, ya que prestó servicio en la Armada hasta 1926.