La Cueva de la Vieja (Alpera, Albacete) es el primer santuario con pinturas rupestres prehistóricas descubierto en la provincia de Albacete, en 1910, por el maestro don Pascual Serrano Gómez, vecino de Corral-Rubio (Albacete), y que posteriormente sería nombrado miembro numerario por Alicante de la Real Academia de la Historia.
Fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento Histórico Artístico[1] el 25 de abril de 1924, con número de identificador otorgado por el Ministerio de Cultura de España RI-51-0000285 y, además, su valor inestimable como documento de la Prehistoria determinó a la Unesco su declaración como Patrimonio de la Humanidad, en 1998, formando parte de la nomenclatura administrativa del Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica.
Este yacimiento es un ejemplo paradigmático del Arte Levantino, expresión creencial de los últimos cazadores-recolectores epipaleolíticos que poblaron las sierras alperinas entre los años 10.000 y 6.000 años antes del presente. Esta expresión plástica, exclusivamente pictórica, figurativa, monocroma, con un procedimiento técnico muy singular logrando el característico trazo de pluma levantino, conserva -en la que ha sido calificada popularmente como «una cueva de lujo»- más de 170 motivos pintados, en una notoria diversidad de tamaños y de opciones: 33 arqueros, 13 figuras humanas y 2, tal vez 3, representaciones femeniles, además de arcos, flechas, bolsas, etc. Entre la fauna pintada cabe destacar: 15 ciervos, 10 cabras, 5 toros, 1 caballo, 6 carnívoros y varios cuadrúpedos de especie no precisa. En definitiva, todos los elementos esenciales de la iconografía del Arte Levantino.
También se conserva en este abrigo un grupo de 37 motivos abstractos: barras, geométricos complejos, máculas, etc., como expresión creencial de los grupos productores neolíticos, que corresponden al denominado convencionalmente como Arte Esquemático, y cuya cronología se sitúa entre 6.500 y 3.200 años antes del presente.
La «Cueva de la Vieja» no está aislada y hay que destacar en el término municipal de Alpera la «Cueva del Queso» y los «Carasoles del Bosque I y II». En otros términos limítrofes merecen mencionarse: la estación del «Barranco del Cabezo del Moro» y «Cueva de Olula», en Almansa, la Cueva de Tortosilla, «Cueva del Rey Moro», abrigo cerca de la «Cueva Negra» también conocido como «Abrigo Pedro Mas y el Sordo», en Ayora (Valencia).[2]
Referencias
Bibliografía
Este santuario prehistórico es el único de Castilla-La Mancha que dispone de 3 publicaciones monográficas.
- Anna Alonso Tejada y Alexandre Grimal Navarro (1990): Las pinturas rupestres de la Cueva de la Vieja, editado por el Ayuntamiento de Alpera, 61 páginas con ilustraciones y fotos (ISBN 84-86919-20-7).
- Anna Alonso Tejada y Alexandre Grimal Navarro (1999): Introducción al Arte Levantino a través de una estación singular: la Cueva de la Vieja (Alpera, Albacete), Editado por la Asociación Cultural Malecón de Alpera, 229 páginas con ilustraciones y fotos (ISBN 84-605-9066-6).
- Alexandre Grimal Navarro y Anna Alonso Tejada (2010): La Cueva de la Vieja. 100 Años de Arte Prehistórico en Albacete, Conmemoración del I Centenario del descubrimiento de la Cueva de la Vieja, Ayuntamiento de Alpera, Impresor Tomás Ortiz, S.L. (Almansa), 182 páginas con 328 fotos a color. ISBN 978-84-693-9862-3.
- Alexandre Grimal Navarro y Anna Alonso Tejada (2010): Centenario de la Cueva de la Vieja (Alpera) y el primer descubrimiento en Ayora del arte prehistórico de la Comunidad Valenciana, Real Academia de Cultura Valenciana, Serie Arqueológica, 23, Valencia, páginas 17-45.
- Alexandre Grimal Navarro y Anna Alonso Tejada (2016): "Las pinturas de la Cueva de la Vieja (Alpera, Albacete). El calco de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas" (edición facsímil), Editorial Doce Calles y Museo Natural de Ciencias Naturales-CSIC, Madrid (ISBN 978-84-9744-197-1).
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