Su origen se remonta a 1961. En París “México Cinema”, el periodista Benjamín Ortega, padre del periodista Guillermo Ortega Ruiz, instituyó el Xochiquetzal o Xochipilli, como estímulo a los trabajos más sobresalientes en las diversas especialidades dentro del quehacer fílmico.[1]
Pero en 1962, ante la imposibilidad de patrocinar anualmente la entrega, Ortega cedió la estatuilla a Periodistas Cinematográficos de México (Pecime), cuyos socios determinaron estilizar la figura inicialmente de sexo masculino y cambiarle el nombre. El penacho y la túnica dictaron el de Diosa de Plata, además de que entonces se bañaban con oro.
Amalgama de figuras de la mitología azteca, el premio representa al dios de la creación, la fecundidad, las artes, la sabiduría y la perseverancia; de ahí los elementos que la componen: la espiga, la tortuga sobre la que se asienta la esfinge (símbolo de sabiduría), la serpiente y el penacho.
Para garantizar la continuidad de su entrega, los socios plantearon la posibilidad de que cada escultura llevara el nombre de una celebridad dispuesta a cubrir su costo.
La primera entrega de Diosas de Plata quedó registrada el 8 de marzo de 1963 en el Hotel María Isabel. Tlayucan (1961), cinta de Luis Alcoriza, producida por Matouk, S.A., fue la primera en obtenerla.
Al paso del tiempo, la presea elaborada en bronce y bañada en plata se ha consolidado en una de las más preciadas e importantes en el ámbito fílmico internacional.
Para fortalecer el prestigio de la misma, la agrupación ha determinado en diversas etapas de su historia asignarle, de manera permanente o temporal, el nombre de grandes figuras como reconocimiento a su trayectoria.
D´Argenta, empresa que cuenta con 42 años de experiencia en la elaboración de piezas de arte en metales preciosos, fueron encargados con la tarea de fabricar las estatuillas en plata. El proceso de fabricación manual requiere de tiempo suficiente a fin de que cada pieza sea creada y revisada minuciosamente para así garantizar que las Diosas de Plata luzcan en perfectas condiciones para la entrega del galardón. Las diosas están elaboradas en cobre y terminadas en plata, recubierta con un barniz especial que le permite a la figura mantener el brillo y evita que al paso de tiempo se ponga negra a causa de la oxidación de la plata. Esta obra de artefue concebida de la creatividad del fallecido artista Federico Canessi (1906-1977), quien la concibió especialmente para PECIME.
La Diosa de Plata amalgama distintos símbolos de la mitología azteca. La figura representa al Dios de la Creación, al de la Fecundidad, al de las Artes, al de la Sabiduría y al de la Perseverancia, de ahí los elementos que la componen: La espiga, la tortuga sobre la que se asienta la efigie, la serpiente y el penacho.[2]