Las primeras noticias que se tienen de la Iglesia católica en Aconcagua son de 1585 con la doctrina de Aconcagua a cargo del presbítero Pantaleón Correa. Durante el siglo XVII comenzó el arribo de las primeras órdenes religiosas a la zona; los primeros son los agustinos, que llegaron a Panquehue en 1603; los dominicos llegaron a la zona de Los Andes en 1666, luego fundaran un convento en la ciudad de San Felipe (1740); los mercedarios en el área que ocupa actualmente San Felipe en 1682, al igual que los anteriores fundaron un convento en la reciente ciudad de San Felipe; los franciscanos en 1696 en el sector de Curimón; y finalmente los jesuitas en la ciudad de San Felipe en 1740.
La diócesis fue erigida el 18 de octubre de 1925 con la bulaApostolicis muneris ratio del papaPío XI, obteniendo el territorio de la arquidiócesis de Santiago de Chile.[1]
Dinique civilem provinciam de Aconcagua cum suis sexdecim paroeciis ad Archidioecesis Sancti Iacobi de Chile pariter distrahimus et in novam dioecesim erigimus Sancti Philippi de Aconcagua a civitate Sabcti Philippi nuncupandam. Sedem autem huius novae diocesis in urbe "Sancti Philippi" constituimus, et ecclesiam Sancti Philippi Apostoli ibi exstantem ad cathedralis gradum evehimus...
Al erigirse la diócesis abarcaba un territorio de 11 400 km² comprendiendo además de las actuales provincias de San Felipe (exceptuando Llay Llay), Los Andes y Petorca la comuna de Los Vilos.
El 30 de abril de 1960 cedió una porción de su territorio (Los Vilos, Quilimarí y Santo Tomás de Choapa de El Tambo) para la erección de la prelatura territorial de Illapel mediante la bula Ad hominis similitudinem del papa Juan XXIII.[2] El territorio se redujo a 9874 km².
En 1981 se amplió incorporando la parroquia de Llay Llay, que pertenecía a la diócesis de Valparaíso y que en 1976 había pasado a formar parte de la provincia de San Felipe de Aconcagua.[3]
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2021 la diócesis tenía a fines de 2020 un total de 213 043 fieles bautizados.