Las elecciones municipales de Lima de 1989 se realizaron el domingo 12 de noviembre y sirvieron para elegir al alcalde de Lima Metropolitana, así como a los alcaldes y regidores de las municipalidades provinciales y distritales.
Ricardo Belmont, empresario y presentador de televisión, resultó elegido alcalde metropolitano de Lima, convirtiéndose en el primer "outsider" en el escenario político peruano a consecuencia del creciente descontento con los partidos políticos tradicionales.
Sistema electoral
La Municipalidad Metropolitana de Lima es el órgano administrativo y de gobierno de la provincia de Lima. Está compuesta por el alcalde y el Concejo Metropolitano.
La votación del alcalde y el concejo se realiza en base al sufragio universal, que comprende a todos los ciudadanos nacionales mayores de dieciocho años, empadronados y residentes en la provincia de Lima y en pleno goce de sus derechos políticos, así como a los ciudadanos no nacionales residentes y empadronados en la provincia de Lima.
El Concejo Metropolitano de Lima está compuesto por 42 regidores elegidos por sufragio directo para un período de tres (3) años, en forma conjunta con la elección del alcalde (quien lo preside). La votación es por lista cerrada y bloqueada. Se asigna a la lista ganadora los escaños según el método d'Hondt o la mitad más uno, lo que más le favorezca.
Composición del Concejo Metropolitano de Lima
La siguiente tabla muestra la composición del Concejo Metropolitano de Lima antes de las elecciones.
En 1989, el país afrontaba una gran crisis con expresiones varias: por un lado, el avance de la guerra interna; y por el otro, la agudización de la crisis económica con una hiperinflación de efecto devastador para los hogares de los sectores medios y populares.[1] El descrédito del gobierno de Alan García era enorme y, aprovechando errores del oficialismo, ocurrió el retorno de partidos tradicionales como Acción Popular y el Partido Popular Cristiano –que venían de perder elecciones municipales y generales desde 1983– bajo el logo del Frente Democrático, alianza electoral conformada con miras a las elecciones de 1990 encabezada por Mario Vargas Llosa, quien como principal opositor al gobierno aprista se perfilaba con serias posibilidades de alcanzar la presidencia.
Otro fenómeno político que se hizo presente en el proceso electoral municipal fue la ruptura de la coalición Izquierda Unida (IU), ya que la izquierda participó con dos candidaturas, la de IU y la del Acuerdo Socialista de Izquierda (ASÍ). El proceso electoral municipal de ese año contó con varios candidatos con larga trayectoria política partidaria: los exministros Juan Incháustegui (Acción Popular) y Mercedes Cabanillas (Partido Aprista Peruano), el ex teniente alcalde Henry Pease (IU) y el entonces senador Enrique Bernales (ASI). Sin embargo, con la irrupción del independiente Ricardo Belmont,[2][3] se marca un punto de inflexión en la historia política peruana debido a la aparición protagónica de los "outsiders", no políticos y antisistema en el escenario político, resultados premonitorios de las elecciones generales del siguiente año.[4]
Mercado Mayorista de Santa Anita y dos centros de abasto minoristas en zonas norte y sur.
Red popular de abastecimiento y amas de casa que fiscalicen y sancionen en mercados.
Granjas comunales.
Un millón de raciones de pescado y drástica redistribución de recursos.
Mayor participación del consumidor en control de precios.
Nuevo sistema de distribución desde el Mercado Mayorista de Santa Anita a minoristas y ambulantes.
Programas de alimentación para sectores menos favorecidos.
Transporte
Tren Eléctrico construido por el Ejecutivo.
Interconexiones viales, corredores en la Avenida Caquetá y nuevos vehículos.
Centralización con autoridad única en manos de la MLM.
Tren Eléctrico, racionalizado y coherente.
Racionalización y plan maestro para descentralizar creando zonas especializadas.
Despolitización del sistema.
Incorporación de cuadros técnicos.
Señalización de calles.
Coherencia en las rutas.
Nuevos vehículos.
Racionalización del Tren Eléctrico.
Basura
Plan de emergencia contra huelgas de obreros municipales con FF.AA. y Defensa Civil.
Recojo de basura, con seis meses de plazo para dejar limpia Lima.
Campaña educativa y sanciones a infractores.
Baños públicos en playas de estacionamiento.
Continuar plan maestro iniciado por Orrego y Gobierno Municipal IU.
Concesión a empresas japonesas y holandesas para que reconviertan la basura en abono.
Descentralización y participación de la iniciativa privada.
Aprovechamiento al máximo de infraestructura propia.
Otras propuestas
Lima cuadrada debe volver a ser la ciudad de portales y jardines colgantes.
Fomentar cultura, recreación y la promoción de empleo para la juventud en peligro de ser atrapada por las drogas.
Apoyo crediticio a por lo menos 500 mil puestos de trabajo de la pequeña empresa.
Construcción de canchas de vóley, fulbito y frontón a lo largo de la playa y losas en PP.JJ.
Nuevos pozos de agua para elevar la producción.
15 minutos después de un apagón, Lima tendría luz mediante la planta termoeléctrica de Santa Rosa.
Debates
A lo largo de la campaña, Belmont solo fue a una polémica. Temiendo un escenario que lo mostrara vulnerable,[10] evitó acudir a eventos organizados por medios de comunicación y centros académicos.[4]
La siguiente tabla enumera el control de los distritos de la provincia de Lima. El cambio de mando de una organización política se resalta del color de ese partido.