Las elecciones municipales de Perú de 1980 se llevaron a cabo el domingo 23 de noviembre de 1980 en todo el Perú, para elegir a los alcaldes provinciales y distritales para el período 1981-1983. Fueron convocadas por el presidente Fernando Belaúnde Terry a través del Decreto Supremo Nº 011-80-IN (15 de agosto de 1980).[1] Fueron las primeras elecciones subnacionales desde 1966, tras 12 años de gobierno militar.
A comparación de las elecciones constituyentes de 1978 y las elecciones generales de mayo, los comicios municipales se destacaron por un grado relativamente bajo de polarización y efervescencia política.[2] No obstante, el contexto electoral estuvo marcado por una intensa movilización popular, que incluso llegó a poner en riesgo el desarrollo de las elecciones,[2] y el inicio de las acciones terroristas de Sendero Luminoso, que llevó a cabo numerosos atentados en la víspera y el mismo día de la votación en varios locales de sufragio en Huamanga.[3]
Acción Popular llegó a las elecciones con la ventaja del abrumador respaldo electoral obtenido en mayo, pero también enfrentó el desgaste inicial de la crisis económica y el desarrollo de numerosas huelgas, marchas y paros.[4] El Partido Aprista Peruano sufría una crisis interna tras la derrota en las generales y el cisma de un sector que finalmente formó el Movimiento de Bases Hayistas.[5] La izquierda, severamente golpeada por la gran pérdida de su caudal electoral, se presentó unida bajo la coalición Izquierda Unida.[6] El Partido Popular Cristiano, también afectado por el colapso electoral de mayo, trató de distanciarse del gobierno.[7]
A pesar de una disminución en su votación comparado con las elecciones generales, Acción Popular se consolidó nuevamente como el partido más votado a nivel nacional y consiguió el control de la inmensa mayoría de los concejos provinciales, incluyendo la capital peruana, Lima, que no volvería a ganar hasta casi cuarenta años después.[8] Izquierda Unida, a pesar de la campaña que intentó vincularla con la violencia política de Sendero Luminoso, se recuperó del desastre electoral en las generales y emergió como la segunda fuerza política del país, obteniendo la victoria en plazas electorales importantes como Arequipa y Puno; aunque no logró un número significativo de concejos provinciales, estuvo cerca de ganar en Lima.[9]
El Partido Aprista Peruano sufrió una notable pérdida de votantes: su histórico «tercio del electorado» disminuyó significativamente y cayó al tercer lugar en el recuento general, aunque obtuvo más concejos provinciales que Izquierda Unida. Incluso en su tradicional bastión del «sólido norte» cedió espacios a Acción Popular y a la izquierda.[10] Los resultados del Partido Popular Cristiano fueron aún más desalentadores: quedó en cuarto lugar y no consiguió el control de ningún concejo provincial, a pesar de haber aumentado su número de votantes en comparación con las elecciones de mayo.[11]
Estos cuatro partidos políticos dominaron prácticamente todos los concejos provinciales de la República. Los únicos otros partidos que lograron victorias fueron el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (en Azángaro, Chucuito, Huancané, Lampa y San Román) y la Unión Nacional Odriísta (en Tarma). Las provincias de Celendín y Chanchamayo fueron ganadas por movimientos independientes.[12]
Sistema electoral
El marco legal de estas elecciones estuvo constituido por el Decreto Ley N° 14250 (5 de diciembre de 1962), la Ley N° 14669 (24 de septiembre de 1963) y su modificatoria por la Ley N° 16152 (31 de mayo de 1966) y la Constitución Política del Perú (con atención a su disposición segunda, que establecía la realización de las elecciones municipales «dentro de los seis meses siguientes a la instalación del gobierno constitucional»).[13]
Las municipalidades provinciales y distritales constituyen el órgano administrativo y de gobierno de las provincias y los distritos del Perú. Están compuestas por el concejo municipal (provincial y distrital). La votación se realiza en base al sufragio universal, que comprende a todos los ciudadanos nacionales mayores de dieciocho años, empadronados y residentes en la provincia o el distrito y en pleno goce de sus derechos políticos, así como a los ciudadanos no nacionales residentes y empadronados en la provincia o el distrito.
Los concejos municipales están compuestos por entre 5 y 14 concejales (excepto el de la provincia de Lima, compuesto por 39 concejales) elegidos por sufragio directo para un período de tres (3) años. La votación es por lista cerrada y bloqueada. Se asigna a cada lista los escaños según el método d'Hondt. Es elegido como alcalde el candidato que ocupe el primer lugar de la lista que haya obtenido la más alta votación.[13]
Partidos y líderes
A continuación se muestra una lista de los principales partidos y alianzas electorales que participaron en las elecciones:
La siguiente tabla enumera el control de las provincias donde se ubican las capitales de cada departamento, así como en aquellas con un número de electores por encima o alrededor de 30.000.