La gastronomía de Extremadura es el conjunto de platos y tradiciones culinarias de la región de Extremadura (España). Algunos autores la han denominado como seria, grave y austera, de platos pastoriles y camperos.[1] La apertura de la Vía de la Plata ha hecho que la cocina extremeña se haya divulgado por otras regiones de la culinaria española, mientras que al mismo tiempo la cocina extremeña se ha visto influenciada por otras tradiciones. La existencia de numerosos monasterios ha dado lugar a un esplendor culinario de recetas que han provenido de sus cocinas.[2] Extremadura no tiene salida al mar, y los platos que ofrece son fundamentalmente cárnicos y compuestos de hortalizas diversas.
Algunos de los más tradicionales son las migas o la caldereta.
Ingredientes
En el terreno de la carne cabe destacar la gran producción de subproductos del cerdo, como pueden ser los embutidos y la chacinería en general. La producción porcina alcanza en esta región unas altas cotas de calidad, debido a que crían la raza ibérica alimentada con las abundantes bellotas. Una de las zonas de mayor producción porcina es las comarcas de Montánchez (Cáceres): se cuenta como leyenda que los buenos jamones de esta tierra (jamón de Montánchez) se deben a la persecución que hacen los cerdos de las víboras.[1] También son dignos de mención los chorizos extremeños, el lomo embuchado y la patatera, abundantes en ajo y en pimentón de la Vera (Cáceres).
Entre los pescados cabe destacar las diversas recetas elaboradas con bacalao en salazón, como el bacalao dorado, sobre todo aquellas que contienen la denominación de vigilia, como el potaje de vigilia. Y numerosos peces de río destacando la tenca, que ha merecido ser declarada Fiesta de Interés Turístico Gastronómico de Extremadura.[3][4]