Jacobo Francisco Eduardo Estuardo (en inglés: James Francis Edward Stuart) (Londres, 10 de junio de 1688-Roma, 1 de enero de 1766),[1] también conocido como el Caballero de San Jorge, y como el Viejo Pretendiente, era hijo de Jacobo II de Inglaterra y de María de Módena y ostentó la pretensión jacobita al trono de Inglaterra con el nombre de Jacobo III de Inglaterra y VIII de Escocia.
Primeros años de vida
Desde su nacimiento en el palacio de Saint James, el 10 de junio de 1688, fue sujeto de controversia.[cita requerida] Era hijo del rey Jacobo II, convertido al catolicismo y de segunda esposa, María de Módena. De su primer matrimonio, el rey tenía dos hijas, ya adultas, que habían sido educadas en la fe protestante. Mientras hubo una posibilidad de que cualquiera de ellas fuera su sucesora, los ingleses toleraron su conversión al catolicismo. Cuando comprendieron que si María tuviera un hijo, que sería el heredero, un movimiento creció para sustituir a Jacobo II por la fuerza con su yerno, Guillermo de Orange (Estatúder de las Provincias Unidas).
El príncipe fue criado en Francia, donde, reconocido por el rey Luis XIV como heredero legítimo de los tronos inglés y escocés, se hizo el foco para el movimiento Jacobita.
Tras la muerte de su padre en 1701, fue declarado rey, con el título de Jacobo III de Inglaterra y VIII de Escocia y reconocido como tal por Francia; España; los Estados Pontificios y Módena, quienes rechazaron a Guillermo III, María II y a Ana I como sucesores al trono británico.
Fue príncipe de Gales entre 1688 y 1689, y participó en un rebelión restauradora en Escocia en 1715, pero fue derrotado, y tras este fracaso se instaló con su familia en los Estados Pontificios por cuanto Francia se abstuvo de seguir apoyando sus esfuerzos de restauración, en tanto, Luis XV no deseaba un enfrentamiento con Gran Bretaña por este motivo. Jacobo Francisco Eduardo siguió defendiendo con ahínco la causa católica, contando incluso con el apoyo de varios protestantes. Su hijo Carlos fue llamado el Joven Pretendiente, y en 1743 Jacobo Francisco Eduardo le cedió la jefatura de la familia Estuardo, aunque sin renunciar a sus derechos dinásticos.
Tras el fracaso del levantamiento jacobita de 1745, Jacobo Francisco apoyó los esfuerzos de su hijo Enrique Benedicto Estuardo para convertirse en clérigo católico (años después sería cardenal). Este hecho implicaba el celibato forzoso de Enrique y dañó las relaciones del Viejo Pretendiente con su hijo mayor, quien protestó al no ser consultado de esta importante decisión. La ordenación sacerdotal de Enrique interrumpió la línea dinástica de los Estuardo pues el Joven Pretendiente no tenía descendencia masculina.
El Viejo Pretendiente murió el 1 de enero de 1766 en el Palacio Balestra, en Roma.