José María Chico y Linares (Guanajuato, circa 1780 - Chihuahua, 27 de junio de 1811) fue un abogado novohispano que tomó parte del bando insurgente durante la guerra de la independencia de México.
Semblanza biográfica
Fue hijo del español Bernardo Chico avecindado en Guanajuato quien era amigo de Miguel Hidalgo y Costilla. José María Chico y su hermano se unieron a la revolución iniciada mediante el grito de Dolores. Fue nombrado ministro de Gracia y Justicia del movimiento insurgente. Acompañó a Hidalgo desde Valladolid (hoy Morelia) hasta la batalla del Monte de las Cruces,[1] aunque comenzó a realizar su labor administrativa para organizar el gobierno insurgente hasta llegar a la ciudad de Guadalajara en compañía de Ignacio López Rayón quien había sido designado secretario de Estado y del Despacho. Presidió una Audiencia en la cual colaboraron los abogados Avendaño, Ortiz de Salinas, Solórzano y Mestas. Expidió los decretos que ordenaban la supresión del tributo, los estancos y la esclavitud. Paralelamente colaboró en el periódico El Despertador Americano.
Tras la derrota de la batalla de Puente de Calderón ayudó a López Rayón para poner a salvo los fondos de la revolución. Siguió a los jefes insurgentes en su peregrinación hacia al norte del país, fue capturado junto con ellos en Acatita de Baján. Debido a que no era militar, inicialmente se le mantuvo preso en Monclova, pero cuando los demás insurgentes rindieron sus declaraciones, especialmente Mariano Abasolo, fue trasladado a Chihuahua.[2] Después de un juicio sumario fue fusilado el 27 de junio de 1811 en compañía del intendente de ejército insurgente José Ignacio Solís, del brigadier Onofre Gómez Portugal y del ingeniero Vicente Valencia.[3]
Referencias
- ↑ Villaseñor, 1910; 87
- ↑ Villaseñor, 88-89
- ↑ Zárate, 1888; 217
Bibliografía