Julio Zaldumbide Gangotena (nació el 5 de junio de 1833 y murió el 31 de julio de 1887) fue un poeta y político de Ecuador. Es considerado como uno de los más importantes poetas del periodo romántico que se desarrolló en el siglo XIX.[1]
Breve Biografía
Nació en la ciudad de Quito. Su padre fue Ignacio Zaldumbide Izquierdo, quien fue prócer de la independencia y había sido también miembro de la Sociedad del Quiteño Libre. Combatió en 1833, junto al general José María Sáenz. Dentro de este conflicto fallecería, puesto que fue asesinado después del combate de Pesillo. Su madre fue Felipa Gangotena y Tinajero. Los dos nacieron también en la ciudad de Quito. Sus estudios iniciales los desarrolló sin problema y se graduó de bachiller. Posteriormente ingresó en la Universidad Central con el objetivo de estudiar Leyes, sin embargo pronto se dio cuenta de su pasión por la literatura.[1]
Primeras publicaciones y carrera literaria
Su primera publicación fue en 1852 titulada "La estrella de la tarde" en donde se refleja la melancolía y tristeza típica del romanticismo y que se reflejaba en su personalidad puesto, que era una persona que tendía a la soledad y la introspección. Formó tiempo después parte de la "Sociedad de Ilustración", donde ganó fama como poeta a partir de la declamación de "Canto a la Música". Ahí conoció a Miguel Riofrío, autor de la primera novela escrita en ese país. También empezó a relacionarse con Pedro Fermín Cevallos, Juan León Mera con quienes empezarían a intercambiar poemas y entablar discusiones literarias. Siempre estuvo más bien alineado con los ideales políticos del liberalismo, y más adelante dedicaría una elegía a la esposa de Pedro Moncayo, Juana Lama de Moncayo quien había muerto al dar a luz. En 1865 publicó una silva "A la soledad del campo" donde ya se puede ver la definición del estilo literario que tendría en el futuro, según el estudio realizado por Hernán Rodríguez Castelo. Realizó poesías como “La Mañana”, “La Tarde” y “La Noche” en donde ya se puede ver una combinación de versos endecasílabos y heptasílabos. Además la temática de la naturaleza siempre presente empezó a ser patente desde estos años.[2]
Venía de una familia hacendada, lo que intentó siempre administrar con prudencia. Adquirió la finca "Paramba" en el norte de Ecuador ya que se había abierto un nuevo camino en ese sector que le daba un mayor valor. Formó su vida en el campo, muchas veces de manera aislada, en medio de una naturaleza tropical. Intercambiaba sus actividades agrícolas con amplias lecturas tanto de antiguos como de modernos entre los que se encontraban Tácito y Tomás Moro.[1]
En el año 1858 fue a Quito, donde conoció a Juan Montalvo, quien sería uno de sus amigos más cercanos pues congeniaban en su forma de ser reflexiva, a veces tímida y volcada hacia pensamientos literarios y filosóficos. Sus carreras serían divergentes. Montalvo, se dedicó al ensayo y estaba siempre en el exilio, buscando grandes ciudades en Europa para publicar su abundante y ordenada obra. En cambio Zaldumbide, fue sobre todo un poeta, que volcaría el tema de la vida en su hacienda y la contemplación del campo a sus escritos, teniendo finalmente una obra fragmentada que no se publicaría de manera consolidada en mucho tiempo. Sin embargo, los dos tuvieron una temprana muerte y aunque sí fueron reconocidos, no lograron la gran fama en vida que posteriormente ya disfrutó su obra. Son pues, cada uno, en la prosa y la poesía, dos de los principales representantes del romanticismo literario de Ecuador.[1]
Dos años más tarde publicó en el periódico "El Industrial" de la capital de ese país, un poema titulado "A mis lágrimas". Es interesante que para ello haya usado el seudónimo de una mujer, "Carolina". Entre sus actividades económicas en la hacienda y su carrera literaria, también encontraba tiempo para dedicarse a la política, siempre cercano al partido liberal. Por esta razón en 1861 le propusieron la candidatura al senado, como diputado por Imbabura, sin embargo no aceptó. En este año también escribió “A mi corazón”, “A un ramo de ciprés”, “El amor en la adolescencia”. Un año más tarde en cambio saldría "A las mujeres". Su talento ya era reconocido en todo ese país por lo que Juan León Mera se acercó y le propuso en 1863 la publicación de un poemario suyo. Sin embargo, también se negó debido a que no quería que fuera editado por imprentas de la ciudad de Quito ya que estaba inconforme con su calidad. En 1864, su romanticismo fue cambiando a un marcado pesimismo y su interés literario se fue orientando hacia la filosofía. Esto lo distanciaba con los autores conservadores que abrazaban más bien la religión y el era en cambio agnóstico.[1]
Problema con Gabriel García Moreno
Un año más tarde, en 1865, se daría uno de los hechos políticos más importantes que marcarían su vida. Fue al Congreso como Diputado con el fin de enfrentarse a Gabriel García Moreno ya que creía que el Poder Legislativo debía funcionar como contrapeso a un Ejecutivo que estaba concentrando el poder de manera exacerbada bajo el mandato del presidente católico. Esto reflejaba sus profundas convicciones liberales en el sano funcionamiento de la República. Sin embargo se encontró con una mayoría que más bien apoyaban al presidente, por lo que no tuvo más remedio que tomar la decisión de dejar el Congreso. El 10 de octubre de ese año publicó un artículo donde expone sus criterios que se tituló "El Dr. Gabriel García Moreno y la República". Con esto causó una reacción en su contra y García Moreno lo Acusó ante los jueces. A su defensa saldría su amigo Juan Montalvo, con quien compartían los ideales políticos liberales. Terminaría publicando en "El Cosmopolita" una de sus tantas revistas que escribió a lo largo de su vida. Midiendo la popularidad política que podría verse afectada por empezar la persecución, García Moreno desistió de hacerlo.[3]
Consolidación de su carrera literaria
Ya en 1866 empezó a ser tomado en cuenta dentro de las antologías de poemas de ese país. El primero sería "La Lira Ecuatoriana" por Vicente Emilio Molestina. Después también se criticaría su obra en uno de los libros más importantes que se escribieron durante ese tiempo "Ojeada histórico crítica" de Juan León Mera. También su obra fue criticada por Luis Cordero, lingüista, arqueólogo y escritor, quien además sería presidente de ese país. Siendo el autor afiliado al partido conservador y defensor de García Moreno, la ponderación de su obra fue más bien negativa, sin embargo debido a su gran capacidad como poeta no podía dejarlo fuera. Durante esta época se casó en Ibarra, al norte de ese país con Rosario Gómez de la Torre Nájera, quien fuera sobrina en segundo grado y con quien tendrían de hijo a Gonzalo Zaldumbide, uno de los críticos literarios más importantes de Ecuador durante el siglo XX y quien daría a conocer la obra de Juan Montalvo ya que en esa época por sus exilios y censuras, sus libros no eran populares en ese país. Durante esta época también ingresó nuevamente al Congreso gracias a la iniciativa de su amigo José Ignacio Checa y Barba para que sea candidato. Para culminar este periodo más bien literario de su vida, el 4 de mayo de 1872 fue miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Como agradecimiento publicó una elegía para Pedro Fermín Cevallos por la muerte de su hija.[4]
En 1878 tradujo a Silvio Pellico y a Petrarca. Además siguió escribiendo poesía, publicando "A María". Dos años más tarde desarrollaría aún más su perfil de traductor con dos obras, "Lara" de Lord Byron y "Los Sepulcros" de Pindemonte. En 1883, se publicó su poema "Canción del Petrarca".[1]
Candidato a la Presidencia
En 1881, el partido liberal que le tenía en gran estima propuso su nombre como candidato a la Presidencia de la República, sin embargo esto también se vería truncado puesto que Ignacio de Veintimilla, se proclamaría dictador. Como reacción ante ese hecho, la estrategia política cambió para empezar a combatir al militar que se estaba convirtiendo en presidente militar de facto. Para ello empezaría una lucha armada y el intento de la revolución en contra de Veintimilla. En 1884 fue designado como Ministro de Instrucción Pública que había sido creado por el Congreso y su nombramiento lo había hecho el Presidente Plácido Caamaño. Desempeñó ese cargo por un año más y contó con poco presupuesto.[1]
Muerte
Sus últimos años fueron llenos de soledad. Estuvo enfermo con tuberculosis y poco a poco fue abrazando las creencias religiosas que durante su vida había renegado. Un día mientras estaba paseando con un coche, se volcó y el accidente empeoró su estado de salud perforando un intestino. El domingo 31 de julio de 1887 moriría con cincuenta y cuatro años de edad.[1]
Características de su poesía
Fue un poeta que escribió una obra fragmentada, debido a su temprana muerte y a su renuencia por publicar poemarios con antologías de sus obras. Por esta razón la publicación de su obra tardó tiempo y el amplio reconocimiento que ganó durante su vida se fue apagando cuando cambiaron las corrientes estéticas. Una de las colecciones más completas de su obra se encuentra dentro de la edición Biblioteca Ecuatoriana Mínima con un libro titulado "Poetas románticos y neoclásicos".[5] Ahí comparte el honor de estar con otros autores importantes para ese país como Dolores Veintimilla de Galindo, Numa Pompilio Llona o Juan León Mera. Su obra sin embargo es la principal y más extensa del libro puesto que es uno de los principales exponentes de la poesía romántica en Ecuador, corriente literaria que fue inaugurada por Dolores Veintimilla. En 1988 su obra sería publicada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana bajo el título "Poesías Completas".
La temática de sus poemas tiene las características del romanticismo literario: la importancia de la naturaleza, una perspectiva individualista, la nostalgia por la tradición y el mundo clásico.[6] Estos últimos elementos evolucionarían hacía un pesimismo filosófico en la segunda parte de su carrera.[7] La naturaleza, es específicamente la hacienda Pimán que formaba parte de su familia y donde también sería escenario de Égloga trágica, uno de las novelas más importantes, escrita por su hijo Gonzalo Zaldumbide quien además de crítico literario, también desarrollaría una de las prosas más estilizadas de ese país.
La antología de su poesía divide su obra en las siguientes etapas:
La Melancolía: corresponde a la expresión interior del poeta donde desarrolla inicialmente los motivos románticos.
La Naturaleza: descripciones bucólicas, especialmente centradas alrededor de su vida en la Hacienda Pimán.
Poesías filosóficas: corresponde a la segunda etapa de su carrera en donde el pesimismo se vuelve más marcado.
Poesías históricas: por el centenario de Simón Bolívar, escribió poemas similares a los que se escribieron en homenajes históricos, como por ejemplo en la obra de Remigio Crespo Toral.
Crítica de su obra
"El malogrado académico" fue el título que usó Luis Cordero Crespo para el estudio de Julio Zaldumbide. Por su puesto, esta palabra más comúnmente usada en el siglo XIX se refería a la persona y no a la obra: malograda fue su vida por haber terminado tan rápido y dejando una obra tan buena pero tan dispersa que pudo haber continuado fecundamente. Empieza el estudio entonces Cordero haciendo una comparación entre el poema "Canto a la música" con "La música" de Tomás de Iriarte. Más allá de las diferencias en la dimensión de ambas publicaciones, algo admitido por el crítico, procede a desarrollar la comparación entre ambas obras destacando los momentos en los que Iriarte deja el rol de pedagógo y en lugar de explicar la música se pone a cantarla, lo que hizo Zaldumbide desde el inicio.[8]
Continúa su estudio tratando al autor en su faceta de filósofo gracias a las continuas meditaciones en las que entra Zaldumbide acerca del destino del ser humano. Su reflexión fluctúa entre la indecisión, la incredulidad hacia atisbos de esperanza a través de la fe. Esto fue desarrollado principalmente en los poemas "Eternidad de la vida" y "Meditación" que corresponden una obra continua que fue dedicada finalmente a Juan León Mera. Su reflexión sobre la eternidad que se encuentra dentro del corazón de los seres humanos es la clave del sentido de la vida, según su reflexión en el siguiente verso:[9]
Jamás se cansa el corazón humano
de perseguir la dicha,
que no se deja asir, y es aire vano.
Suyo es el infinito y vago anhelo que de la eterna vida el hombre siente.
Su reflexión sobre las ansias de eternidad y la certidumbre de la muerte le hacen a Cordero compararlo con Jorge Manrique. En el resto del estudio sobre la temática existencialista de su obra la encaminó a probar que después de la duda ante la muerte Zaldumbide abrazaba la fe.[8] La otra dimensión estudiada fue la naturaleza, descrita sobre todo en la oda "A la soledad del campo", allí traza símiles entre Garcilaso, Fray Luis de León y Meléndez. La importancia de esta similitud se encontraba en trazar la línea hacia el mundo clásico: los autores españoles imitaban a Horacio en sus odas y églogas, algo que también sucedía en Zaldumbide al enumerar las ventajas de la vida campestre, contrastando la vieja industria con las ilusiones pastoriles. Además, también existe una cercana referencia en el poema "La noche" con lo que Fray Luis de León haría en la "Noche serena", sin embargo con un lenguaje renovado para aplicarlo en su tiempo dentro de una estética romántica:[9]
¡Ahora te bendigo, noche augusta!
ya el tardo vuelo de tus graves horas
no más maldecirá mi boca injusta;
no iré á turbar tu plácido reposo
ni á lastimar tu adormitado oído,
rompiendo tu silencio majestuoso,
por entregar pesares al olvido,
en bullente festín ó impura orgía,
de tu quietud profanación impía
Termina su estudio destacando al poeta por sus inteligencia reflejada en las reflexiones filosóficas, así como por su estilo que se disfruta en su poesía descriptiva que tiene como objeto a la naturaleza. Si existieron contenidos eróticos en ella, fueron pocos y no principales.[8]
Ediciones publicadas
Antologías de sus poemas
Poetas románticos y neoclásicos, Biblioteca Ecuatoriana Mínima (1960)
Poesías Completas, Casa de la Cultura Ecuatoriana (1988), 472 p.[9]
Principales poemas
La mañana.
El mediodía
La tarde
La noche
El arroyuelo
El bosquecillo
Los árboles
La eternidad de la vida
Al sueño
A la soledad del campo
La música
A María
Publicaciones políticas relevantes
El Dr. Gabriel García Moreno y la República (1865)
↑ abcZaldumbide, Julio (1988). Poesías completas. Presidencia de la República, Comisión Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, Casa de la Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión". Consultado el 11 de diciembre de 2022.