Kamiyonanayo (神世七代,Kamiyonanayo? literalmente, “siete generaciones divinas”[1]) es el nombre que recibe dentro de la mitología japonesa a las siete generaciones de deidades que surgieron tras la formación del cielo y de la tierra.
Según la crónica Kojiki, este grupo de deidades surgió tras la aparición de los Kotoamatsukami (“deidades celestiales independientes”). En las dos primeras generaciones surgió un solo kami espontáneo que al aparecer, se ocultó; en las cinco generaciones sucesivas surgieron un kami masculino y un kami femenino, como deidades hermanas que a su vez eran esposos. En total esta crónica totaliza en doce deidades.
En cambio, con la crónica Nihonshoki, puntualiza que este grupo fue el primero en aparecer tras la creación del universo. También expone que las tres primeras generaciones son de deidades espontáneas y que las cuatro generaciones siguientes son de deidades hermanas de sexos opuestos. Por último, el Nihonshoki muestra una escritura diferente de cada deidad con respecto al Kojiki.
La última generación de kami, conformada por Izanagi e Izanami serían la pareja encargada de crear el archipiélago japonés y de engendrar otras deidades, y su leyenda sería la siguiente tras la creación de todas las cosas.