Bloy nació en Notre-Dame-de-Sanilhac, en el distrito de Périgueux, Dordoña. Fue el segundo de los seis hijos del librepensadorvolteriano Jean-Baptiste Bloy, estricto y severo, y su esposa de raíces españolas Anne-Marie Carreau, la piadosa hija católica de un soldado de Napoleón.[1] Tras una juventud agnóstica e infeliz, en la que cultivó un odio intenso hacia la Iglesia católica y sus enseñanzas,[2] su padre le consiguió un trabajo en París, hacia donde fue en 1864. En diciembre de 1868, conoció al anciano escritor católico Barbey d'Aurevilly, quien vivía frente a su casa, en la calle Rousselet; se convirtió en su mentor. Poco tiempo después, pasó por una conversión religiosa dramática.[3]
Bloy era amigo del escritor Joris-Karl Huysmans, del pintor Georges Rouault y de los filósofos Jacques y Raïssa Maritain y tuvo un rol importante a la hora de reconciliar a dichos intelectuales con el catolicismo.[4] En la Francia del siglo XIX era común el anticristianismo.[5] Sin embargo, pronto adquirió una reputación de intolerante debido a sus frecuentes ataques de mal genio. Por ejemplo, en 1885, tras la muerte de Víctor Hugo, a quien Bloy consideraba ateo, hizo referencia a su «senilidad», «avaricia» e «hipocresía».[6] Con su primera novela, Le Désespéré —en español, El desesperado—, un ataque feroz al racionalismo y a aquellos que consideraba asociados a él, quedó relegado de la comunidad literaria de su tiempo y de sus antiguos amigos. Pronto, Bloy se enemistó con autores prestigiosos como Émile Zola, Guy de Maupassant, Ernest Renan, Alphonse Daudet, Huysmans, Paul Bourget y Anatole France.[4] Además de sus obras publicadas, dejó una voluminosa correspondencia con figuras públicas y de la literatura. Murió en Bourg-la-Reine el 3 de noviembre de 1917.[3]
Críticas
Bloy era famoso por sus ataques personales, que veía como la misericordia o la indignación de Dios. Según Jacques Maritain, solía decir: «Mi ira es la efervescencia de mi piedad».[7] Entre los muchos blancos de las críticas de Bloy se cuentan los hombres de negocios. En un ensayo dentro de Peregrino de lo Absoluto, compara desfavorablemente a los hombres de negocios de Chicago con la gente culta de París: «"En París uno tiene la Sainte-Chapelle y el Louvre, es suficiente, pero en Chicago matamos ocho mil cerdos por día..." El hombre que dice esto es en verdad un hombre de negocios».[8]
Nuestra Señora de La Salette
Inspirado por el visionario milenaristaEugene Vintras y los informes sobre una aparición en La Salette —Nuestra Señora de La Salette— Bloy se convenció de que el mensaje de la Virgen era que si la gente no se convertía, el final sería inminente.[9] Fue particularmente crítico de la atención que la gente le concedió al santuario de Lourdes y mencionó que distraía a la gente del mensaje menos sentimental de La Salette.[10]
Repercusión
La sentencia de San Pablo: Videmus nunc per speculoum in aenigmate sería una claraboya para sumergirse en el Abismo verdadero, que es el alma del hombre. La aterradora inmensidad de los abismos del firmamento es una ilusión, un reflejo exterior de nuestros abismos, percibidos en «un espejo». Debemos invertir nuestros ojos y ejercer una astronomía sublime en el infinito de nuestros corazones, por los que Dios quiso morir. Si vemos la Vía Láctea, es porque existe verdaderamente en nuestra alma.
——Léon Bloy, citado y traducido por Jorge Luis Borges en «El espejo de los enigmas».[11]
Bloy es citado en el epígrafe al comienzo de la novela de Graham GreeneThe End of the Affair, traducida en español como El fin de la aventura: «El hombre tiene lugares en su corazón que todavía no existen y para que puedan existir entra en ellos el dolor».[12] También aparece en el ensayo «El espejo de los enigmas» del escritor argentinoJorge Luis Borges,[11] quien reconoce su deuda hacia él al mencionarlo en el prólogo de Artificios y confiesa que es uno de los siete autores que «forman el censo heterogéneo de los autores que continuamente releo».[13] En su novela El arpa y la sombra, Alejo Carpentier toma la obra de Bloy acerca de Cristóbal ColónLe révélateur du Globe y extrae citas de allí para criticar a dicha figura histórica y a la vez, al escritor francés.[14] Bloy también aparece citado al comienzo de la novela de John IrvingA Prayer for Owen Meany —traducido por Oración por Owen—, en el acápite: «Todo cristiano que no es un héroe es un cerdo».[15] Le Désespéré se reeditó en 2005 a través de Editions Underbahn con un prefacio de Maurice G. Dantec.[16] En Chile, el historiadorJaime Eyzaguirre se vio influenciado por la obra de Bloy.[17] En la novela Sumisión (2015) de Michel Houellebecq se puede observar la influencia de Bloy en el siglo XXI y en los académicos franceses.[18]
Según el historiador John Connelly, la obra de Bloy Le Salut par les Juifs —traducido como La salvación por los judíos—, con su interpretación apocalíptica y radical de los capítulos 9-11 de la Epístola a los Romanos de Pablo, tuvo una gran influencia en los teólogos del Concilio Vaticano II, sobre todo en la declaración Nostra aetate, la base doctrinal para un cambio fundamental en la actitud de la Iglesia católica hacia los judíos.[19] En 2013, el papa Francisco sorprendió a muchos al citar a Bloy en su primera homilía como papa.[4]
Obras editadas en español
Bloy, Léon (2008). De un experto en demoliciones: críticas para Le chat noir. Editorial Berenice, 2014. (Traducción de Teresa Lenero). ISBN 978-84-154416-2-5.
Bloy, Léon (2008). Cartas a mi novia. Editorial Nuevo Inicio, 2008. (Traducción, prólogo y notas de Manuel Ballester). ISBN 978-84-934760-6-9.
Bloy, Léon (2008). La mujer pobre. Editorial Alfama, 2008. (Traducción, prólogo y notas de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán). ISBN 978-84-936662-8-6.
↑ Sheed, F.J. (1940). Sidelights on the Catholic Revival. Nueva York: Sheed and Ward. p. 181.
↑ ab«Léon Bloy». El poder de la palabra. Consultado el 19 de agosto de 2018.
↑ abcBermúdez, Alejandro (13 de mayo de 2013). «A Pope who quotes Bloy». Catholic News Agency(en inglés). Archivado desde el original el 20 de agosto de 2018. Consultado el 19 de agosto de 2018.
↑Gómez Cerda, José. «Léon Bloy, un escritor». Léon Bloy: Un escritor. Archivado desde el original el 2 de mayo de 2006. Consultado el 19 de agosto de 2019.
↑ Robb, Graham (1997). Victor Hugo. Londres: Picador. p. 533.
↑Ziegler, Robert (octubre de 2013). «The Palimpsest of Suffering: Léon Bloy's Le Désespéré». Neophilologus. 97 (4): 653–62.
↑Kauffman, Suzanne K. (2005). «Consuming Visions». Consuming Visions: Mass Culture and the Lourdes Shrine(en inglés). Cornell University Press. p. 86. Consultado el 20 de agosto de 2018.