En 1306 Alfonso de la Cerda, nieto del rey Alfonso X el Sabio, recibió el señorío de Gibraleón como parte de las compensaciones establecidas por renunciar a sus derechos al trono. Surgía así uno de los señoríos más antiguos e importantes del territorio onubense, objeto de disputas y ambiciones nobiliarias. Su nieta María de la Cerda, casó con Pedro Núñez de Guzmán, señor de Brizuela y Manzanedo. Su tataranieta, Isabel Núñez de Guzmán, señora de Gibraleón, casó con Pedro de Zúñiga, I Conde de Ledesma, matrimonio del que nació Álvaro de Zúñiga, I Duque de Béjar, cuyo hijo Pedro de Zúñiga y Manrique, por casamiento con la IV señora de Ayamonte, tuvo a Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, a quien Carlos I concedió en 1526 el marquesado de Gibraleón, hermano del I marqués de Ayamonte. Este murió sin descendencia legítima por lo que el marquesado de Gibraleón pasó a su sobrina Teresa de Zúñiga Guzmán y Manrique, III duquesa de Béjar, quien reunió en su persona ambos marquesados, para luego separarlos de nuevo concediéndolos a dos de sus hijos. Posteriormente, al morir sin sucesión el XIII marqués de Ayamonte, el título recaería en la casa de Arcos, que por matrimonio pasaría a la casa de Osuna. Con la extinción de esta última, el marquesado pasó a la XVI duquesa de Béjar, bisnieta del IX duque de Osuna, casada con Luis Manuel Roca de Togores, I marqués de Asprillas, en cuyos descendientes perdura el marquesado.
Señores de Gibraleón
Alfonso de la Cerda, el Desheredado, infante de Castilla, I señor de Gibraleón.
Álvaro II de Zúñiga y Guzmán (ca. 1455-Béjar, 28 de septiembre de 1531), I marqués de Gibraleón. Se casó en 1489 con su tía paterna María de Zúñiga, señora de Burguillos, Sin descendencia.[1]
María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel de Borja Zúñiga Enríquez Ponce de León, XIV marquesa de Gibraleón (XII Duquesa de Arcos) y XV condesa de Belalcázar.