María Francisca de Saboya (Nemours, 21 de junio de 1646 - Lisboa, 27 de diciembre de 1683), fue reina consorte de Portugal en dos ocasiones, segunda hija de Carlos Amadeo de Saboya-Nemours y de Isabel de Borbón-Vendôme.
Matrimonio
Por influencia de Luis XIV, que deseaba estrechar su alianza con Portugal, casó en 1666 con Alfonso VI, rey de dicha nación, príncipe aniñado y mentalmente inestable. En 1581, Portugal y España se habían unido bajo Felipe II, pero la oposición interna condujo a la Guerra de Restauración portuguesa de 1640 a 1668. A finales de 1665, los intentos españoles de reconquistar Portugal habían fracasado claramente, mientras que sus finanzas se habían derrumbado, y la Corona se declaró en quiebra no menos de nueve veces entre 1557 y 1666.
Esto permitió que el primer ministro portugués,
Castelo Melhor, se concentrara en asegurar su propio puesto. Alfonso VI sucedió a su padre en 1656, pero estaba físicamente impedido y mentalmente inestable, con el gobierno controlado por su madre, Luisa de Guzmán. Guiado por Castelo Melhor, Alfonso la envió a un convento en 1662, donde murió en febrero de 1666.
El gobierno portugués se dividió entre facciones profrancesas y proinglesas, dirigidas respectivamente por Castelo Melhor y el hermano menor de Alfonso, Pedro. En 1662, Carlos II de Inglaterra se casó con la hermana de Alfonso, Catalina; Castelo Melhor y Luis XIV vieron un matrimonio entre María Francisca y Alfonso como una forma de compensar eso. Luis convenció a Carlos de que aceptara proporcionándole la parte no pagada de la dote de Catalina; María llegó a Portugal el 2 de agosto de 1666 y la boda tuvo lugar el mismo día.
Vida en la corte portuguesa
A partir de entonces pasó a ser conocida como María Francisca Isabel de Sabóia, aunque el matrimonio resultó una decepción. Llegada a Lisboa, pronto se conocieron los efectos de este desgraciado enlace, pues en cuanto vio a su esposo resolvió María separarse de su lado. Alfonso abandonó las festividades antes de tiempo, dejando a su nueva esposa a cargo y al parecer mostró una falta de interés similar en consumarlas. Más importante aún, María era una persona inteligente y resuelta, que quería servir a los intereses franceses pero también gobernar; pronto descubrió que Alfonso estaba controlado por Castelo Melhor, que no tenía intención de compartir el poder. Esto la llevó a cooperar primero con su cuñado Pedro, y luego, supuestamente, comenzó una aventura con él
Aunque Castelo Melhor consideró que el matrimonio y el Tratado de Lisboa de marzo de 1667 con Francia confirmaban su posición, de hecho la socavaron. A pesar de estar agotado financieramente, el tratado requería que Portugal brindara apoyo militar contra España, mientras que María convenció a Luis de que Pedro era una mejor manera de promover los intereses franceses. En septiembre, Castelo Melhor se vio obligado a exiliarse y, a finales de noviembre, Pedro depuso a su hermano y lo envió a Terceira en las Azores. María se retiró a un convento y pidió que se anulara su matrimonio por no haberse consumado; esto fue aprobado por su pariente, el cardenal francés Vendôme, y se casó con Pedro en septiembre de 1668, ejerciendo la última desde entonces gran influencia en el ánimo de su esposo. tuvieron una hija:
Reina por segunda vez y muerte
De 1668 a 1683, cuando se casó con Pedro, utilizó el título de princesa, pero fue conocida como reina-princesa. Su matrimonio no fue feliz. Ella se convirtió de facto en la reina de nuevo después de la muerte de Alfonso VI el 12 de septiembre de 1683. Poco después enfermó gravemente de hidropesía, yendo al palacio del conde de Sarzedas, en Palhavã, a cambiar de aire; mejoró y pronto empeoró, muriendo tres meses después de su primer marido, Afonso VI, el 27 de diciembre.
Su hija murió a los 21 años, después de haber arreglado repetidamente su matrimonio con varios príncipes. En 1667 la reina fundó el convento del Santo Crucifijo o Franciscanas, y enriqueció muchas iglesias.
Fue enterrada en el Convento de las Franciscanas, que fundó, y en 1912 sus restos fueron trasladados al Panteón Real de la Dinastía Braganza, en el Monasterio de San Vicente de Fora.
Ancestros