Ante esto, se inició la construcción de la nueva sede, como parte de un plan de regeneración urbana del sector donde se ubicaba la estación y patios de maniobras de ferrocarriles de San Lázaro, en los límites de las entonces delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, en el barrio de Candelaria de los Patos; además del palacio legislativo, en la enorme extensión de terreno también se construyó un nuevo Palacio de Justicia Federal para el funcionamiento del Poder Judicial de la Federación.[3]
La construcción, que fue promovida por el entonces presidente José López Portillo, formaba parte de un enorme programa de desarrollo y obras públicas del gobierno, en un momento de gran bonanza petrolera para México. Esta comenzó en septiembre de 1979, según planos y proyecto de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez (en ese momento Secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas), Jorge Campuzano y David Suárez. El edificio fue inaugurado el 1 de septiembre de 1981.[4]
Se inauguró formalmente el 1 de septiembre de 1981, con motivo del V Informe de Gobierno de López Portillo y al instalarse formalmente en él los diputados y senadores de la LI Legislatura del Congreso de la Unión bajo la presidencia de Luis M. Farías.[5]
El Palacio Legislativo de San Lázaro fue sede ininterrumpida de la Cámara hasta el 5 de mayo de 1989, cuando al salón de sesiones lo consumió un incendio. Esto obligó a su restauración, que correspondió al arquitecto mexicano de Manuel de Santiago de Borbón González Bravo. Durante su restauración se trasladó el recinto legislativo a la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI.[6]
Se reinauguró el 1 de noviembre de 1992, en el IV Informe de Gobierno. El motivo del incendio fue objeto de varias sospechas, pues en los sótanos del edificio se encontraban resguardados los paquetes que contenían las boletas electorales de las elecciones de 1988, que un sector de la oposición consideraba fraudulentas. El incendio no alcanzó la paquetería electoral, aunque ésta sufrió finalmente el mismo destino, varios años después, con el aval de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional.[7]
La fachada principal del edificio, que se encuentra en la Av. Congreso de la Unión está formada por tres cuerpos, los dos de los extremos se encuentran forrados de tezontle rojo y el central de mármol blanco, formando entre ambos una amplia plaza de acceso; sobre la puerta principal se encuentra un conjunto escultórico en bajorrelieve, sobre una plancha de bronce oxidado en verde realizado por José Chávez Morado, dando el total del conjunto los tres colores de la Bandera de México.[9]
El conjunto escultórico tiene como motivo central el escudo nacional, lo rodean una serie de banderas en movimiento que simbolizan la pluralidad de pensamientos; de las enseñas surgen rostros que representan los movimientos populares que México habrá de ver. Una enorme serpiente emplumada es el símbolo de la cultura tradicional; encima de ella surgen vírgulas que al ascender se unen con varias manos, y cada una de éstas, acompañada por diferente alegoría, simboliza la diversidad política, económica y social del México contemporáneo. Corona el conjunto un gran sol con la inscripción Constitución Política Mexicana. A cada lado, como elementos de fondo, aparecen representaciones de las culturas urbana y rural.[10]
Sala de sesiones
De la puerta principal se ingresa directamente a un vestíbulo, donde se encuentran una serie de murales realizados por Adolfo Mexiac, en donde narra la historia de tres de las Constituciones que ha tenido México, las de 1824, 1857 y 1917.[11]
Del vestíbulo se ingresa a la Sala de sesiones, el principal y más reconocido de todo el palacio y que es en donde se reúne a sesionar la Cámara o el Congreso general, fue diseñado para mantener una estética parecida al recinto legislativo de Donceles y tiene una capacidad para dos mil personas, tomando en cuenta las galerías para invitados especiales. En la sala de sesiones se pueden reunir los 500 diputados y los 128 senadores en conjunto y está conformado por un amplio hemiciclo que desciende hacia el centro de forma escalonada.[12]
Las paredes laterales de la sala están forradas de madera, mientras que la frontal lo está del mismo tezontle rojo de la fachada. En esta pared, al extremo contrario del ingreso al salón, se encuentra el principal distintivo visual del recinto: el Muro de Honor.[13]
Muro de Honor
El Muro de Honor es un conjunto de seis superficies de cantera blanca situadas a espaldas, y en la parte superior, de la tribuna principal; sobre las que se ha inscrito el nombre de héroes nacionales, frases célebres, acontecimientos, instituciones e individuos reconocidos por sus méritos a la patria en letras de bronce con tono dorado, coloquialmente denominadas "letras de oro", con el objetivo de rendirles homenaje y perpetuar su nombre en la memoria histórica.[14][15][16]
La primera superficie es un semicírculo horizontal en el extremo superior de la pared frontal, rodeando una fracción del límite del techo, que contiene en enormes letras de bronce dorado la célebre frase del presidente Benito Juárez:
Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.
Debajo de esta, en la misma superficie, la acompañan las siguientes inscripciones (de izquierda a derecha e iniciando por la línea superior):
Bajo esta frase, se encuentran los otros cinco muros de cantera, colocados justo detrás de la tribuna de la Cámara, desde donde la Mesa Directiva preside las sesiones, de estos muros el central es el de mayor anchura, y los otros cuatro son delgados, colocados dos a cada lado del centro, todos en posición vertical.
Sobre el muro central se encuentran colocadas dos enormes banderas nacionales, una de izquierda a derecha y otra de derecha a izquierda, en cuyo centro se enlazan con un moño tricolor, colocado justo bajo la representación escultórica en cantera del Escudo nacional rodeado del nombre oficial del país (Estados Unidos Mexicanos). En el extremo superior de este muro se encuentran los nombres del último emperador mexica, Cuauhtémoc, del tlatoani texcocanoNezahualcóyotl y, con letras de mayor tamaño, otra frase célebre, esta vez del insurgente y presidente Vicente Guerrero:
"La Patria es primero".
En cada uno de los cuatro muros localizados a los costados del centro se encuentran inscritos los nombres que se muestran a continuación, guardando su orden de colocación vistos desde la puerta de la sala sesiones y de izquierda a derecha:
El Muro de Honor tiene su origen junto con el mismo congreso, ya que el primer decreto de inscripción de nombres data del 19 de julio de 1823, cuando el Congreso ordenó la inscripción de los héroes de la independencia en el parte superior del recinto legislativo dentro de Palacio Nacional: Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo, Morelos, Matamoros, Leonardo y Miguel Bravo, Galeana, Jiménez, Mina, Moreno y Rosales. La última inscripción se dio el 8 de mayo de 2024 y correspondió a Ignacio Ramírez.[19]
Tribuna
Bajo el Muro de Honor se encuentra la tribuna de la Cámara, espacio dividido en dos niveles. En el superior, al centro y señalado por el «Tintero de plata y la campana de sesiones», se encuentra el asiento del Diputado Presidente, desde donde dirige las sesiones de ésta o del Congreso general, acompañado por los vicepresidentes de la Mesa Directiva.
Hasta 2005, en la sesión de Congreso General correspondiente a la entrega del informe de gobierno, se presentaba un orden similar (titulares del Senado, Cámara de Diputados, Presidencia de la República y Suprema Corte). Además también se reserva un espacio para cuando asisten jefes de Estado extranjeros invitados con motivo de alguna sesión especial. Desde esta tribuna superior, el presidente de la República rindió hasta el año de 2005 su informe de gobierno cada 1 de septiembre.[20]
En el nivel inferior se colocan los Secretarios de la Mesa Directiva, y también ahí se encuentra la tribuna desde la cual los diputados hacen uso de la palabra en las sesiones.[21]