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Pedro de Aguilar

Pedro de Aguilar
Señor de Aguilar de Campoo

Información personal
Otros títulos Canciller mayor de Castilla
Nacimiento 1331/1332
Valladolid
Fallecimiento 1338
Guadalajara
Sepultura Capilla mayor de la catedral de Toledo
Familia
Casa real Casa de Borgoña (España)
Padre Alfonso XI de Castilla
Madre Leonor de Guzmán
Heredero Tello de Castilla

Pedro de Aguilar (Valladolid, 1331/1332 - Guadalajara, 1338), fue un noble castellano e hijo natural del rey Alfonso XI de Castilla y de su amante Leonor de Guzmán.[1]

Fue I señor de Aguilar de Campoo,[1]Liébana y La Pernía[2]​ y de las villas de Orduña, Paredes de Nava, Baena, Luque y Zuheros.[3]​ Y entre 1335 y 1338 ocupó el cargo de canciller mayor de Castilla.[4][5][6]

Orígenes familiares

Por parte paterna era nieto del rey Fernando IV de Castilla y de la reina Constanza de Portugal,[7]​ y por parte materna era nieto de Pedro Núñez de Guzmán y de Juana Ponce de León.[8][9][10]

Fue hermano, entre otros, de Enrique II de Castilla, de Fadrique Alfonso de Castilla, maestre de la Orden de Santiago, del conde Tello de Castilla, que fue señor de Vizcaya, y también hermanastro del rey Pedro I de Castilla.[11]

Biografía

Pedro de Aguilar, el primogénito de los hijos de Alfonso XI y de Leonor de Guzmán,[12]​ nació en Valladolid[13]​ a finales de 1331 o principios de 1332,[14]​ según demostró Esther González Crespo basándose en el itinerario seguido por Alfonso XI en esas fechas,[a]​ aunque otros autores afirman que nació en 1330[12][2][15][16][17]​ o 1331.[1][13]​ Y en la Gran Crónica de Alfonso XI, como advirtió González Crespo,[18]​ se describió del siguiente modo el nacimiento de Pedro de Aguilar:[19][b]

Y estando el rrey en Ualladolid, nasçio don Pedro, hijo del rrey e de doña Leonor. E por que el rrey estava cobdiçioso de auer hijo, ovo muy grand plazer con el, e muchos caualleros vasallos del rrey bofordauan por la su nasçençia e hizieron muchas alegrías. El rrey diole casa e hazienda e tierra e uasallos, e heredolo en Aguilar de Canpo e en Lievana e en Pernia, e diole que oviese el apellido de Aguilar, e otrosi diole pieças e lugares en frontera de Aragon de los que avian sido del ynfante don Pedro su tio.
Retrato imaginario de Alfonso XI de Castilla. José María Rodríguez de Losada. (Ayuntamiento de León).

El nacimiento de Pedro de Aguilar fue celebrado con grandes festejos por el rey y por otros muchos caballeros.[16]​ Y en enero de 1332 Alfonso XI concedió a Pedro de Aguilar el «fabuloso» conjunto de señoríos que había pertenecido al infante Pedro de Castilla,[18][c]​ que había fallecido en 1319 en el Desastre de la Vega de Granada,[20]​ y que estaba compuesto por la villa de Aguilar de Campoo y «su tierra» junto con diversas heredades en Liébana y La Pernía y otros muchos lugares situados junto a la frontera con el reino de Aragón.[18][13]​ Y el rey también entregó a su hijo las villas de Paredes de Nava, Baena, Luque y Zuheros, situadas estas tres últimas en la actual provincia de Córdoba.[21]

Alfonso XI de Castilla concedió a Leonor de Guzmán numerosos señoríos, y aunque se desconoce con exactitud cuando comenzó a hacerlo, sí hay constancia de que en la primavera de 1332, y poco después del nacimiento de Pedro de Aguilar, entregó a Leonor el señorío de Villagarcía de Campos, que hasta entonces había pertenecido al monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid.[14]

Desde 1333 y hasta su muerte en 1338 Pedro de Aguilar apareció como confirmante en los privilegios rodados de la época con el título de «hijo del rey»[18]​ y de «señor de Aguilar». Además, Pedro siempre confirmó «en el lugar preferente destinado a los vasallos principales» y por detrás de los grandes personajes de la época, como Alfonso de la Cerda o Don Juan Manuel, y justo antes de los altos eclesiásticos, lo que da una idea aproximada de la posición que el monarca deseaba conceder a su hijo entre «las fuerzas políticas y sociales del reino», en palabras de González Crespo, quien añadió que los hijos de Alfonso XI fueron:[22]

Colmados de riquezas y honores, obtenidos por la ambición materna y por la generosidad paterna, aunque habría que decir que el rey, más que generoso, fue pródigo con ellos, al derrochar bienes territoriales que hubieran podido permanecer en el realengo.

Alfonso XI deseaba que su hijo tuviera una destacada posición, y por ello constituyó para él una «gran Casa» a cuyo frente puso[5]​ como mayordomo mayor, a Martín Fernández Portocarrero,[4]​ que gozaba de la plena confianza del monarca[5]​ y que posteriormente llegaría a ser mayordomo mayor de Tello de Castilla[23]​ y uno de los «favoritos» de Alfonso XI,[5]​ como se menciona en el capítulo CXXV de la Gran Crónica de Alfonso XI,[24]​ que fue citado por González Crespo.[5]​ Además, Pedro de Aguilar se crio en la casa de Martín Fernández Portocarrero,[13]​ pero el padre Enrique Flórez y otros autores afirman que el mayordomo mayor de Pedro de Aguilar fue Alfonso Fernández Coronel,[15]​ que también fue muy favorecido por el monarca y a quien este último nombró caballero de la Orden de la Banda.[25]

Además de la Casa, Alfonso XI también concedió a su hijo, como se ha indicado, una gran «fazienda» junto con numerosas tierras y vasallos.[5]​ Y el día 22 de septiembre de 1333 Pedro de Aguilar, titulándose «hijo del rey» y «señor de Aguilar» confirmó el privilegio por el que su padre, Alfonso XI, cedía a la Orden de Alcántara los castillos de Pego y Cañete.[26]

Privilegio rodado de Alfonso XI de Castilla.

En 1335 Pedro de Aguilar fue nombrado canciller mayor de Castilla en sustitución de Jimeno Martínez de Luna, arzobispo de Toledo, que lo había desempeñado hasta entonces, y está documentado que Pedro ocupó el cargo desde mayo de 1335 hasta su muerte, acaecida en 1338,[27][5][4]​ lo que también ha sido confirmado por Jaime de Salazar y Acha y otros autores.[6][28]​ Y el motivo del nombramiento de Pedro de Aguilar como nuevo canciller mayor, según Ostolaza Elizondo, fue el progresivo deterioro de las relaciones entre Alfonso XI y el arzobispo de Toledo debido sobre todo a razones económicas, ya que aunque el monarca había confirmado los privilegios de que disfrutaba la archidiócesis toledana, no estaba conforme con que esta última percibiera la mitad de los servicios que se recaudaban para el rey en la mencionada archidiócesis y que esta había obtenido por donación del rey Fernando IV.[29]​ Además, Alfonso XI necesitaba urgentemente recursos en esos momentos para luchar contra los benimerines y para hacer frente a los conflictos internos suscitados por Don Juan Manuel y por Juan Núñez III de Lara, señor de la Casa de Lara.[29]

Sin embargo, y en opinión de González Crespo, el nombramiento de Pedro de Aguilar como canciller mayor de Castilla no debió enojar en exceso al arzobispo Jimeno Martínez de Luna, ya que el prelado continuó manteniendo unas «excelentes relaciones» con su madre, Leonor de Guzmán. Y en noviembre de 1335 el arzobispo cedió de por vida a la amante del rey la villa de Villaumbrales junto con su «justicia» y todas sus rentas, por lo que según González Crespo, y teniendo en cuenta la fecha de la donación, el nombramiento de Pedro de Aguilar como canciller mayor debió contar con el consentimiento o «anuencia» del prelado.[5]

Aunque el título de canciller mayor de Castilla era «meramente honorífico», como señaló González Crespo, sí hay constancia de que en 1335 Pedro de Aguilar ordenó expedir un privilegio rodado que rubricó con la fórmula «El infante don Pedro, su fijo, lo mandó faser por mandado del dicho señor, a veinte e tres años que el sobredicho rey don Alfonso regno».[30]​ Pero como en esos momentos Pedro tenía unos cuatro años de edad, ello demuestra una vez más, y a juicio de dicha historiadora, el carácter «honorífico» del título de canciller, puesto que era el camarero mayor del rey, o posteriormente el lugarteniente de los privilegios rodados, el encargado de expedir esta clase de documentos.[30]

Se desconoce cuál fue el escudo de armas de Pedro de Aguilar,[12][31]​ quien, el día 9 de abril de 1337, y titulándose «hijo del rey, señor de Aguilar y canciller mayor de Castilla», confirmó el privilegio por el que su padre confirmaba a la Orden de Alcántara todos sus privilegios.[32]

Escudo de armas de Tello de Castilla, hermano de Pedro de Aguilar.

Pedro de Aguilar falleció en 1338[1]​ en la ciudad de Guadalajara[33]​ y cuando aún no había cumplido los siete años de edad, según González Crespo,[5]​ aunque otros autores afirman que tenía ocho años en el momento de su muerte.[34][35][d]​ Además, y según algunos autores, Pedro murió tras haber sido herido por un halcón,[33][35][34]​ y en la Gran Crónica de Alfonso XI su muerte es descrita del siguiente modo:[36][e]

Y estando el rrey para partir de Guadalajara, fino ay don Pedro su hijo e de doña Leonor, e levaron lo a enterrar a Toledo. E el señorio de Aguilar, que auia este don Pedro, e la otra heredad suya et las sus señales dio el rrey todo esto a don Tello su hijo, ca antes desto no lo auia heredado en ninguna cosa.

Tras la muerte de Pedro de Aguilar, sus tierras y su Casa pasaron a manos, por voluntad de Alfonso XI, de su hermano Tello de Castilla, a quien en esos momentos aún no se le había concedido ninguna «heredad o patrimonio».[5]​ Alfonso XI cedió a su hijo Tello todos los señoríos que habían pertenecido a Pedro de Aguilar a excepción de Orduña, que entregó a Fadrique Alfonso de Castilla, de Paredes de Nava, que entregó a Leonor de Guzmán, y de las villas de Baena, Luque y Zuheros, que quedaron en manos del propio Alfonso XI.[3]​ Y el día 10 de febrero de 1339 el rey también cedió a su hijo Tello el señorío de Aguilar de Campoo.[37]

Después de la muerte de Pedro de Aguilar el cargo de canciller mayor de Castilla ya no volvió a ser ocupado durante el reinado de Alfonso XI,[38][39][28]​ aunque Esther González Crespo señaló erróneamente que también pasó a manos de Tello de Castilla,[37]​ pero en realidad el título que ostentó este último fue el de canciller mayor del rey.[38]

Sepultura

Sepulcros de Alfonso VII y de Pedro de Aguilar en la capilla mayor de la catedral de Toledo.

El cadáver de Pedro de Aguilar recibió sepultura en la capilla de la Santa Cruz de la catedral de Toledo,[40]​ donde estaban enterrados los reyes Alfonso VII de León, Sancho III de Castilla y Sancho IV de Castilla.[41][f]​ Y según Francisco de Paula Cañas Gálvez resulta muy significativo que Pedro de Aguilar fuera el único de los hijos de Alfonso XI en ser sepultado en la catedral de Toledo, lo que demuestra a su juicio la escasa relación del monarca con dicha ciudad.[40]​ Y dicho historiador señaló que en los últimos años del reinado de Alfonso XI aún se hallaba junto a la tumba de Pedro de Aguilar un incensario cuyo mantenimiento era costeado con las rentas de una tienda «e el xabon de y de Toledo».[40]​ Además, el rey Enrique II de Castilla fundó la capilla de los Reyes Nuevos de la catedral de Toledo como lugar de enterramiento para sí mismo y sus descendientes, pero no ordenó el traslado a la misma de los restos de su hermano Pedro de Aguilar.[40][42]

A finales del siglo XV, el cardenal Cisneros ordenó edificar la actual capilla mayor de la catedral de Toledo en el lugar que ocupaba la capilla de Santa Cruz.[17]​ Y una vez obtenido el consentimiento de los Reyes Católicos, la capilla de Santa Cruz fue demolida y los restos de los reyes allí sepultados fueron trasladados a los sepulcros que el Cardenal Cisneros ordenó labrar al escultor Diego Copín de Holanda, y que fueron colocados en el nuevo presbiterio de la catedral toledana.[17]​ Debido a la nueva colocación de los mausoleos reales, Alfonso VII compartió mausoleo, en el lado del Evangelio del presbiterio, con Pedro de Aguilar, cuya estatua yacente aparece colocada por encima de la que representa a Alfonso VII.[34][43]​ Y sobre la estatua yacente que representa a Pedro de Aguilar aparecen colocados los escudos de Castilla y León y escudos con el águila negra sobre fondo de oro, de Aguilar.[34][44][g]

Cuando en 1947 fueron examinados los sepulcros reales de la capilla mayor de la catedral de Toledo, en el sepulcro de Pedro de Aguilar se encontraron los restos de un niño pequeño y dos «pequeños zapatos».[45][46]


Predecesor:
Señor de Aguilar de Campoo
1332 – 1338
Sucesor:
Tello de Castilla
Predecesor:
Jimeno Martínez de Luna
Canciller mayor de Castilla
1335 - 1338
Sucesor:

Ancestros

Notas

  1. La Crónica de Alfonso XI, por error, situó el nacimiento de Pedro de Aguilar en 1330, al tiempo que mencionaba que el rey Alfonso XI, después de haber permanecido en Illescas por causa de una enfermedad, se había dirigido a Madrid y posteriormente a Segovia y a Valladolid. Pero cuando Esther González Crespo cotejó esos datos del itinerario del rey con la documentación de la época descubrió que en realidad el monarca había estado en Valladolid, donde nació Pedro según consta en la mencionada Crónica, desde noviembre de 1331 hasta la primera quincena de marzo de 1332, por lo que el nacimiento de Pedro de Aguilar debe situarse entre esas fechas con total seguridad. Cfr. González Crespo (1988), p. 292. Y el historiador Francisco de Paula Cañas Gálvez, en su obra Itinerario de Alfonso XI de Castilla, casi coincidió con González Crespo y señaló que Alfonso XI permaneció en Valladolid desde finales de octubre de 1331 hasta mediados de marzo de 1332. Cfr. Cañas Gálvez (2014), pp. 221-230.
  2. En el capítulo XCVIII de la Crónica de Alfonso XI también se mencionó el nacimiento de Pedro de Aguilar: «Et seyendo el Rey en Valledolit nasció Don Pedro fijo del Rey et de Doña Leonor. Et porque el Rey estaba cobdicioso de aver fijo, ovo muy grand placer con él: et muchos caballeros vasallos del Rey bofordaron por la su nascencia, et fecieron muchas alegrías. Et el Rey dióle casa, et facienda, et tierra et vasallos: et heredólo en Aguilar de Campó et en Lievana, et en Pernia: et dióle que oviese el apellido de Aguilar: et otrosí heredólo en pieza de logares en frontera de Aragón de los que avian seido del Infante Don Pedro su tio». Cfr. Cerdá y Rico (1787), pp. 174-175.
  3. Para más información sobre los señoríos que el infante Pedro de Castilla, que fue hijo de Sancho IV de Castilla y de la reina María de Molina, llegó a acumular, véase el artículo Vicisitudes de un gran estado señorial en la frontera de Castilla con Aragón durante la primera mitad del siglo XIV: los señoríos sorianos del Infante Don Pedro, del historiador Máximo Diago Hernando. Cfr. Diago Hernando (2005), pp. 47-90.
  4. En la Gran Crónica de Alfonso XI, y como advirtió González Crespo, consta que cuando falleció Pedro de Aguilar su padre se hallaba a punto de abandonar Guadalajara, donde había permanecido varios meses a causa de una enfermedad. Cfr. González Crespo (1988), p. 293.
  5. En el capítulo CXCII de la Crónica de Alfonso XI se describió así la muerte de Pedro de Aguilar: «Et estándo el Rey para partir de Guadalhajara finó y Don Pedro su fijo et de Doña Leonor, et leváronlo á enterrar á Toledo. Et el señorío de Aguilar, que avia este Don Pedro, et la otra heredar suya, et las sus señales diolo el Rey todo á D. Tello su fijo, ca antes desto non lo avia heredado en nenguna cosa». Cfr. Cerdá y Rico (1787), p. 356.
  6. En la capilla de la Santa Cruz de la catedral de Toledo fueron sepultados a lo largo del tiempo Alfonso VII, su hijo Sancho III, Sancho IV, el rey Sancho II de Portugal y el infante Sancho de Aragón, que fue arzobispo de Toledo. Cfr. Rivera Recio (1985), pp. 127-129.
  7. Ricardo del Arco, como advirtió Faustino Menéndez Pidal de Navascués, señaló erróneamente que ese fue el escudo de armas de Pedro de Aguilar, aunque en realidad se desconoce cómo era este último. Cfr. Menéndez Pidal de Navascués (2011), p. 215.

Referencias

  1. a b c d VV.AA., 2015, p. 181.
  2. a b Recuero Lista, 2016, p. 117.
  3. a b González Crespo, 1988, pp. 298-299.
  4. a b c González Crespo, 1986, p. 458.
  5. a b c d e f g h i j González Crespo, 1988, p. 293.
  6. a b Salazar y Acha, 2000, p. 153.
  7. Arco y Garay, 1954, pp. 277-278.
  8. García Fernández, 1993, p. 146.
  9. Arco y Garay, 1954, pp. 283-290.
  10. VV.AA., 2015, p. 27.
  11. González Crespo, 1988, pp. 289-304.
  12. a b c Menéndez Pidal de Navascués, 1982, p. 142.
  13. a b c d Recuero Lista, 2016, p. 742.
  14. a b González Crespo, 1991, p. 202.
  15. a b Moxó y Montoliu, 1986, p. 698.
  16. a b Flórez, 1770, p. 627.
  17. a b c Arco y Garay, 1954, pp. 99-100.
  18. a b c d González Crespo, 1988, p. 292.
  19. Catalán, 1977a, p. 497.
  20. Sánchez-Arcilla Bernal, 2008, pp. 86-87.
  21. González Crespo, 1991, pp. 206 y 217.
  22. González Crespo, 1988, pp. 290 y 292-293.
  23. García Fernández, 1993, p. 147.
  24. Catalán, 1977b, p. 12.
  25. Flórez, 1770, p. 628.
  26. VV.AA., 1759, p. 164.
  27. Recuero Lista, 2016, pp. 514-515.
  28. a b Ostolaza Elizondo, 1988, pp. 268-269.
  29. a b Ostolaza Elizondo, 1988, p. 268.
  30. a b González Crespo, 1986, p. 459.
  31. Menéndez Pidal de Navascués, 2011, p. 215.
  32. VV.AA., 1759, pp. 167-168.
  33. a b Flórez, 1770, p. 629.
  34. a b c d Arco y Garay, 1954, p. 283.
  35. a b Cabrera Sánchez, 2008, p. 236.
  36. Catalán, 1977b, p. 252.
  37. a b González Crespo, 1988, pp. 293 y 298-299.
  38. a b Recuero Lista, 2016, p. 514.
  39. López Gómez, 2012, p. 94.
  40. a b c d Cañas Gálvez, 2014, p. 93.
  41. Rivera Recio, 1985, pp. 127-128.
  42. Nogales Rincón, 2010, p. 1700.
  43. Elorza et al, 1990, p. 56.
  44. Elorza et al., 1990, p. 56.
  45. Rivera Recio, 1985, p. 131.
  46. Nogales Rincón, 2010, p. 1314.

Bibliografía

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  • —— (1977b). Cátedra Seminario Menéndez Pidal, ed. Gran Crónica de Alfonso XI. Tomo II (1ª edición). Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-600-0796-8. 
  • Elorza, Juan C.; Vaquero, Lourdes; Castillo, Belén; Negro, Marta (1990). Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Bienestar Social, ed. El Panteón Real de las Huelgas de Burgos. Los enterramientos de los reyes de León y de Castilla (2ª edición). Valladolid: Editorial Evergráficas S.A. ISBN 84-241-9999-5. 
  • —— (1988). «El afianzamiento económico y social de los hijos de Leonor de Guzmán». Anuario de estudios medievales (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC: Institución Milá y Fontanals. Departamento de Estudios Medievales) (18): 289-304. ISSN 0066-5061. 
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  • Ostolaza Elizondo, María Isabel (1988). «El chanciller mayor de Castilla durante el reinado de Alfonso XI (1311-1350)». Anuario de estudios medievales (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC: Institución Milá y Fontanals. Departamento de Estudios Medievales) (18): 263-274. ISSN 0066-5061. 
  • Salazar y Acha, Jaime de (2000). Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, ed. La casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media. Colección Historia de la Sociedad Política, dirigida por Bartolomé Clavero Salvador (1ª edición). Madrid: Rumagraf S.A. ISBN 978-84-259-1128-6. 
  • Sánchez-Arcilla Bernal, José (2008). Alfonso XI (1312-1350) (1ª edición). Gijón: Ediciones Trea. ISBN 978-84-9704-330-4. 
  • VV.AA. (2015). El siglo XIV en primera persona: Alfonso XI, rey de Castilla y León (1312-1350). Obra coordinada por Manuel García Fernández (1ª edición). Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla. ISBN 978-84-472-1755-7. 

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