La PSU comenzó a rendirse desde 2003, siendo una prueba transitoria que iba a reemplazar a la fallida SIES, que no pudo aplicarse en ese momento para reemplazar a la Prueba de Aptitud Académica (PAA) como quería el Ministerio de Educación y el DEMRE (Departamento de Medición y Registro Educacional de la Universidad de Chile). Sin embargo, a la fecha no se han dado indicios de implementación de la SIES.
A diferencia de la anterior PAA, la cual buscaba medir principalmente aptitudes o habilidades, la PSU es una prueba que pretende medir conocimientos. Por lo cual usualmente es necesaria una preparación anual para adquirirlos, reforzando lo ya aprendido durante la educación media y practicando ejercicios mecánicos para lograr un buen puntaje.
Otras universidades privadas tienen la posibilidad de utilizar otros métodos de selección, como las pruebas especiales u otorgar menor ponderación a la PSU, sin embargo, esta prueba es ampliamente utilizada por estas universidades para seleccionar a los estudiantes.[cita requerida]
Formato y aplicación
La PSU en sí era un conjunto de un total de cuatro pruebas que se rinden en dos días. De estas cuatro pruebas:
Ciencias. Esta prueba tenía un módulo común de Biología, Física y Química (referido al currículum de los dos primeros años de educación media) y tres módulos electivos de los que se elige uno (Biología, Física o Química - referido al currículum los 3º y 4º años de educación media)
La elección de cual o cuales pruebas optativas se desea rendir depende de la carrera a la cual se quiere postular, ya que algunas de estas requieren ciertas pruebas optativas, mientras que para otras no es requerido, con la puntuación más alta siendo la considerada si se han realizado ambas.
Al igual que la PAA, es una prueba de alternativas múltiples. Las respuestas se anotan en un cuadernillo especial, coloreando con un lápiz determinado ciertos círculos correspondientes a cada una de las alternativas (A, B, C, D o E), el cual es posteriormente leído por un sensor foto-óptico.
Para la determinación de la puntuación final de la PSU se convierten los puntos a una escala arbitraria, pero que sigue una distribución normal. Las puntuaciones finales tienen un valor entre 150 a 850 puntos.
Cada universidad adscrita al sistema único de admisión del Cruch establece ponderaciones diferentes para cada prueba y para la puntuación de concentración de notas de la enseñanza media, según el programa de pregrado ofrecido por la institución. Las puntuaciones final de ingreso de los postulantes se ordenan de mayor a menor, siendo la puntuación de corte la último en llenar las vacantes disponibles para ese programa de pregrado en ese proceso de admisión. Este sirve como referencia para el siguiente proceso de admisión.
Para comprender las críticas a la PSU es necesario entender esta misma por sobre su particularidad y esencia intrínseca, puesto que, aquello de lo surgen las críticas a esta prueba vendrá a ser precisamente las diferentes circunstancias particulares de cada uno de los estudiantes previa a su realización. Diferencias que nacen a su vez de las diferentes realidades que enfrenta cada individuo a lo largo de su existencia, pero que para este caso resultan en diferencias que vendrán a facilitar o perjudicar su acceso a la educación superior, condicionando de esta forma la realización de sus aspiraciones y anhelos futuros. Dentro de un contexto nacional como lo es el ser considerado uno de los tres países latinoamericanos que presentan mayor desigualdad en cuanto a ingresos,[29] teniendo el capital cultural un alto impacto des-balanceador a la hora de buscar la realización de un test parejo y justo. La PSU por sí sola pasa a ser un ente condicionante de la vida académica tanto de los estudiantes que desean continuar con sus estudios superiores, como con quienes no; pasamos entonces a realizar una evaluación que atiende a nuestros conocimientos objetivos de contenido curricular, por sobre el evaluar las aptitudes académicas. En este contexto se da entonces que la elección de una carrera o de la misma institución objetivo pasara a ser un proceso situado socialmente, dado que, no se trata de una elección que responda a la racionalidad nacida de la concurrencia de información oportuna y eficaz, sino que más bien vendría a implicar el desarrollo y movilización de diversas estrategias que son a su vez condicionadas por la posición social del individuo.[30]
Dentro de las críticas que se han hecho a la PSU, se encuentran las siguientes:
Dependencia del DEMRE, una unidad de una de las universidades del sistema y no un ente autónoma, con poca transparencia y difícil acceso a investigadores.
Los únicos evaluadores de la calidad técnica de las preguntas que componen la PSU son el DEMRE y el Comité Técnico Asesor del CRUCH. La información de las respuestas a las preguntas individuales que componen las pruebas no es accesible a otros investigadores con lo cual no es posible corroborar en forma independiente la calidad técnica de las preguntas que la componen. El DEMRE y el Comité Técnico Asesor del CRUCH son juez y parte del proceso, lo cual limita la objetividad de sus apreciaciones.
Que es un instrumento que por medir conocimientos, profundiza la segregación que ya tiene el sistema escolar, dejando fuera a muchos estudiantes de bajos recursos. Uno de los cambios que se hicieron en el sistema único de selección fue la inclusión del ranking de los estudiantes en sus colegios como factor adicional. Además, la creación de propedéuticos en varias universidades para disminuir el abandono de los estudiantes de primeros años.[32] Esta medida ha sido en general considerada positivamente.[33]
Que la PSU está orientada a quienes han estudiado todos los contenidos, por lo que los estudiantes de establecimientos Técnico-Profesionales (TP), están en serias desventajas por tener currículos de estudio diferentes.[34]
Las críticas a la PSU vieron su punto más fuerte durante el proceso 2019. El 7 de enero de 2020 la prueba de Historia fue suspendida debido a la filtración de imágenes correspondientes a una de las formas utilizadas en el cuestionario. El día anterior 64 establecimientos habían suspendido la aplicación de las pruebas de Lenguaje y Comunicación y Ciencias debido a manifestaciones y disturbios al interior de los locales, en el marco de la serie de protestas ocurridas desde octubre de 2019.[35] Las pruebas originalmente estaban previstas para el 18 y 19 de noviembre de 2019, sin embargo el Consejo de Rectores las postergó inicialmente para el 2 y 3 de diciembre, y en noviembre volvieron a ser postergadas para el 6 y 7 de enero de 2020.[36][37] El 9 de enero el Consejo de Rectores anunció que la prueba de Historia no será realizada y que el 27 y 28 de enero se realizarán las otras 3 pruebas a los estudiantes que no pudieron rendirlas debido a las suspensiones en sus establecimientos.[38] Dichos días, existieron varios locales de rendición en que no se pudo rendir el examen, debido a nuevos boicot, por lo que el DEMRE volvió a postergar la fecha de rendición para las personas que no hayan podido rendirla, para los días 4 y 5 de febrero de 2020.[39]