Un puente de tierra, puente terrestre o puente continental, en biogeografía, es un istmo o amplia conexión entre áreas terrestres de otra manera separadas. A lo largo de la Historia han permitido a animales y plantas terrestres cruzar y colonizar nuevas tierras. Los puentes de tierra pueden ser creados por regresión marina, en la que el nivel del mar cae, exponiendo zonas someras de poca profundidad, antes secciones sumergidas de la plataforma continental; o cuando se crean nuevas tierras por la tectónica de placas; u ocasionalmente cuando el fondo del mar se eleva debido a la recuperación post-glacial después de una glaciación.
Ejemplos destacados
Algunos destacados ejemplos de puentes terrestres son los siguientes:
el puente de tierra de Beringia, que intermitentemente conectó Siberia con Norteamérica cuando el nivel del mar subió y bajo el efecto de las edades de hielo;
el puente de Adán, es una cadena de arrecifes y bancos de arena entre la India y Sri Lanka.
La teoría de los puentes de tierra
En el siglo XIX una serie de científicos observaron similitudes geológicas y zoológicas desconcertantes entre zonas muy distantes entre sí. Para resolver estos problemas,
(...) cada vez que los geólogos y paleontólogos estaban ante una pérdida para explicar las obvias similitudes transoceánicas de la vida que deducían de los registros fósiles, afilaban sus lápices y trazaban puentes terrestres entre los continentes apropiados.
(…) whenever geologists and paleontologists were at a loss to explain the obvious transoceanic similarities of life that they deduced from the fossil records, they sharpened their pencils and sketched land bridges between appropriate continents.