Desde 1992, el cerro se engloba dentro del parque regional de El Valle y Carrascoy, por lo que cuenta además con unas medidas especiales de protección medioambiental.
Desde el 11 de febrero de 2021 el Puntarrón Chico está declarado BIC por su gran valor arqueológico.[1]
Poblado argárico
La estratégica situación del Puntarrón Chico, en la que también destaca la existencia de un manantial documentado desde época romana y que hoy se conoce como "Mina del Agua", favoreció el asentamiento de los primeros pobladores de la zona, siendo éste el principal motivo por el que ha alcanzado fama. Aquí se erigió un importante poblado perteneciente a la culturaargárica (Edad del Bronce), una de las sociedades de mayor relevancia en la Europa del III y II milenios a. C.
En 1961 los propietarios del Puntarrón Chico decidieron aprovechar el abancalamiento del cerro para plantar frutales en sus laderas. Fue entonces cuando se hallaron los primeros restos del poblado, hasta entonces desconocido, cuya explotación arqueológica acabaría ofreciendo una rica y valiosa información sobre el modo de vida argárico. Este de Beniaján es un asentamiento prototípico, además de uno de los más importantes de toda la zona argárica. Se rescataron muchos de los hogares, los cuales aún permanecen en el lugar, pero los principales hallazgos fueron depositados en el Museo de Arqueología de Murcia, donde pueden ser contemplados: numerosas piezas de cerámica, cuchillos de sílex, punzones de hueso, brazaletes, sortijas, alabardas de cobre y bronce, e incluso enterramientos tanto en cista como en tinaja.
Las dos únicas campañas arqueológicas desarrolladas en la zona, que tuvieron lugar en los años inmediatos al descubrimiento, ya mostraron evidencias de que el tamaño del poblado superaba el ámbito del Puntarrón Chico y probablemente se extendiera por toda la ladera del monte denominado "Picacho", llegando incluso hasta la parte alta del actual casco urbano de Beniaján. Estas suposiciones, al no haber sido el lugar objeto de nuevas campañas, no han podido ser constatadas y documentadas hasta la fecha.
El primer botijo
Uno de los hallazgos más singulares del yacimiento es un ejemplar de botijo considerado como el más antiguo aparecido en la península ibérica. Se trata de una pieza esencial en la historiografía de la cerámica, formada por un depósito cilíndrico cerrado, con un solo orificio de 2 cm y asa colocada en la parte superior; las medidas del botijo son 11x9,5 cm,[2] exponiéndose actualmente en el citado museo.
Bibliografía
GARCÍA SANDOVAL, E. Y OTROS: Informe de la primera campaña de excavaciones en el yacimiento argárico de Puntarrón Chico, Beniaján (Murcia). NAH, 6, 1-3, 1962.
GARCÍA SANDOVAL, E.: II Campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento argárico de Puntarrón Chico, Beniaján (Murcia). NAH, 6, 1-3, 1964.
LULL, V.: La cultura de El Argar. Akal Universitaria. Madrid, 1983.
AYALA JUAN, M.M: La cultura del Argar en la provincia de Murcia. Tesis de Licenciatura inédita. Murcia, 1978.
NICOLÁS VERA, G.: Beniaján, Notas sobre su Historia. Trabajo inédito. Murcia, 1993.
↑Sempere Ferrándiz, Emili (2006). Historia y arte en la cerámica de España y Portugal. De los orígenes a la Edad Media. Les Puntxes. p. 88. ISBN978-84-611-3612-4.