El imperio daba a esta religión un carácter oficial y nacional, aunque también existía otra religión más popular. Comprende un amplio panteón politeísta, la mayoría asimilados de otras religiones.
La mitología babilónica es un conjunto de unas grandes historias que describen las actividades de las deidades, héroes y criaturas mitológicasbabilónicas. Estas historias sirvieron a diferentes propósitos sociales, políticos y ceremoniales, y en ocasiones, trataron de explicar los fenómenos naturales. La religión caldea se centró principalmente sobre la civilización.
La mitología babilónica estuvo fuertemente influenciada por su homóloga sumeria, y fue escrita en tablillas de arcilla grabadas con escritura cuneiforme derivada del cuneiforme sumerio. Los mitos fueron, por lo general, escritos en sumerio o acadio. Algunos textos babilónicos fueron incluso traducciones al acadio desde la lengua sumeria o de otros textos anteriores, aunque los nombres de algunas deidades fueron cambiados en los textos babilónicos.
Muchas deidades, mitos y escritos religiosos babilónicas son singulares a esta cultura, por ejemplo, el dios babilónico, Marduk, patrono de la ciudad, reemplazó a Enlil como dios supremo del panteón mitológico. El Enuma Elish, una epopeya sobre el mito de la creación fue una obra original babilónica.
La religión babilónica se centraba de forma oficial en la adivinación y la magia. Pensaban que cada Año Nuevo, Marduk promulgaría los destinos de todos los seres para el año entrante. Por eso, entre otros, se celebraban con gran importancia y participación las fiestas del año nuevo Akitu. Para el caso que los destinos fuesen nefastos, los babilonios deberían conocerlos para tratar de conjurarlos, y ahí entraban los adivinos, sacerdotes oficiales del estado que deberían conocer los presagios divinos a través de diferentes señales, como las procedentes del cielo, los sueños o el examen de vísceras de animales sacrificados.
Para evitar las acciones nefastas se protegían mediante amuletos, exorcismo o magia.
Importancia de los ídolos
En la religión babilónica, el seguimiento de los rituales y la adoración de las estatuas de las deidades era considerado sagrado, pues los dioses vivían simultáneamente en sus estatuas de los templos y en las fuerzas naturales que encarnaban. Una elaborada ceremonia del lavado de la boca de las estatuas apareció durante el período babilónico antiguo.