Nació el 3 de septiembre de 1908 en la Ciudad de Buenos Aires. Sus padres fueron Rosalia Cianciarulo y Antonio Pettinato.
Sus estudios medios los completó hasta el tercer año en una Escuela Nacional de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires.
Además fue profesor de la disciplina jiu-jitsu, arte marcialjaponés que abarca una variedad amplia de sistemas de combate basado en la defensa "sin armas".
Casado con Clara Anderson de Fyhn (1926 - 23 de mayo de 2006), ferviente admiradora de Eva Perón.[2]
Su carrera penitenciaria
Ingresó al Servicio Penitenciario Federal el 21 de agosto de 1934 como Ayudante Principal. Recorrió todo el escalafón penitenciario hasta alcanzar el máximo grado.
El 8 de enero de 1947 fue nombrado Director General de Institutos Penales.
El 2 de enero de 1948 asumió la dirección de la Escuela Penitenciaria de la Nación a efectos de encarar su organización y designar al personal directivo.[3]
La escuela fue el primer instituto de formación y capacitación penitenciaria de América Latina, y uno de los primeros del mundo.
La Escuela Penitenciaria de la Nación, donde se formó a los primeros agentes penitenciarios de acuerdo al estatuto de 1946 tuvo su primera sede en la Penitenciaría Nacional sita en la Avenida Las Heras, Barrio de Palermo, Buenos Aires, Argentina, (predio actualmente ocupado por el Parque Las Heras). Fue designado profesor de la cátedra “Orientación Profesional Penitenciaria y Visitas Extraordinaria” en dicha institución formativa.[4]
Luego el 14 de agosto de 1953 fue confirmado como Director Nacional de Institutos Penales.Dispuso eliminar los grilletes y erradicar el uso del uniforme a rayas amarillo y negro que lucían los presos hasta el momento. También resolvió clausurar el penal de máxima seguridad de Ushuaia. Después del golpe militar de 1955 que instauró la dictadura autodenominada Revolución Libertadora debió exiliarse en Ecuador.[5]
Con la vuelta de la democracia, en 1963 pidió su reincorporación esta vez en la Policía Federal Argentina. Anecdóticamente, participó en la recaptura de Robledo Puch, en 1973: "En eso salió de la Brigada el entonces jefe de Institutos Correccionales, Roberto Pettinato (padre), quien había llegado para llevarse a Robledo Puch de regreso a La Plata. Frente a los medios, el funcionario encaró a la madre.
-Señora, quédese tranquila que vamos a tratar al chico con todo lo que haga falta. Incluso el doctor (Raúl) Matera ha ofrecido sus servicios y su clínica...[6]
Su legado y reformas
Roberto Pettinato fue un destacado penitenciarista a nivel nacional e internacional, que erradicó los viejos trajes a rayas y cerró el Penal de Ushuaia el 21 de marzo de 1947[7] por razones humanitarias.[8]
Su actuación más destacada fue en el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (Ginebra, Suiza, del 22 de agosto al 3 de septiembre de 1955) que concluyó con la aprobación de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos.[9]
Promovió las reformas que introdujeron a mediados de la década de 1950 el principio de la resocialización como pilar en el trato de las personas recluidas en el sistema penitenciario.[10] Pettinato, Director General de Institutos Penales de la Nación a partir del 25 de enero de 1947, instituyó como premisas centrales de su gestión la dignificación y el desagravio a las víctimas de los penados. Delineó los puntos principales de su programa de la reglamentación de la ley N° 11.833, un régimen de producción penal, el aumento del peculio de los penados, la atención y contención hacia la familia de los presos, la supresión del uniforme a rayas, y la formación profesional de los sujetos que cumplieran su condena en los establecimientos penales. Su gestión creó la Escuela Penitenciaria de la Nación.[11]
Tomó las ideas de José Ingenieros y la célebre frase de 1811, luego inserta en la Constitución de la Nación Argentina de 1853, la cual reza que "Las cárceles de la Nación, deben ser sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas...".[12]
Roberto Pettinato promovió la alfabetización de los presos.[13]
1948- Asume la dirección de la Escuela Penitenciaria de la Nación.
1949- Se establece el "Día del Agente Penitenciario" en el día de la patrona de la institución, la Virgen del Carmen, como el 16 de julio.
1953- se crea la Dirección Nacional de Institutos Penales.
1955- En las Naciones Unidas, se aprueba las Reglas Mínimas de tratamiento de reclusos, con importante participación de la Institución.
Vida en el exilio
El 16 de septiembre de 1955 estalló el golpe de Estado autodenominado Revolución Libertadora (Argentina). El 20 de septiembre, el Presidente Juan Domingo Perón pidió asilo a Paraguay.[19] Ese mismo día, una vez asilado Perón, el dictadorEduardo Lonardi emitió un bando con el nombre de "Decreto Nº 1" por el que se nombra a sí mismo como "Presidente Provisional de la Nación"
Lonardi disolvió el Congreso Nacional y nombró interventores en varias provincias. Roberto Pettinato culminó sus funciones como Director Nacional de Penitenciaría el 30 de septiembre de 1955, siendo reemplazado por Juan Ovidio Zavala a pedido del General Eduardo Lonardi.
El matrimonio Pettinato debió refugiarse en la embajada de Ecuador en Buenos Aires, donde nació su hijo Roberto, reconocido músico y conductor de TV argentino.[20] Estuvieron tres años exiliados en Ecuador, para luego recalar en Perú y después en Chile, sucesivos lugares de exilio de la familia.[21]
Condecoraciones y reconocimientos
El 31 de enero de 1946, la República del Paraguay le confiere la “Orden Nacional del Mérito en el grado de Oficial”.
El 24 de marzo de 1947 la Policía Federal Argentina le entrega una medalla de oro reconociendo su reciente nombramiento como Director General de Institutos Penales.
El 12 de diciembre de 1947 la Escuela Nacional de Medicina de Lima, Perú lo nombra miembro de la Sociedad Peruana de Estudios Penales.
El 21 de agosto de 1950 el Comisario General de la Administración Penitenciaria de los Países Bajos lo nombra miembro de honor del Centro de Estudios Penitenciarios y Criminológicos de Holanda.
El 21 de noviembre de 1951 el gobierno de España le acuerda el “Diploma y Medalla de Oro al Mérito Social Penitenciario”.
Se le otorgó el nombre de "Inspector General (R) D. Roberto Pettinato" a la Alcaidía Penal del Palacio de Tribunales, ubicado en la calle Lavalle N.º 1169 de la Ciudad de Buenos Aires[22]
En abril de 2011 el Gobierno de la provincia de Buenos Aires inauguró en la localidad de Olmos la Alcaidía Departamental La Plata, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) con la presencia de su hijo, el conductor televisivo, radial y músico Roberto Pettinato. La nueva dependencia lleva el nombre de su padre.[25]
↑Diario Clarín Roberto Pettinato eliminó los trajes a rayas y llamó a los penados por su nombre consultado el 19 de diciembre de 2010. Roberto PETTINATO empleó la denominación de Derecho Penal Ejecutivo, al cual atribuye el siguiente concepto: "…conjunto de normas positivas que se relacionan a los diferentes sistemas de penas; a los procedimientos de aplicación, ejecución o cumplimiento de las mismas; a la custodia y tratamiento; a la organización y dirección de las instituciones y establecimientos que cumplen con los fines de la prevención, represión y rehabilitación del delincuente, inclusive aquellos organismos de ayuda social para los internados y liberados…" Leer más
↑ Roberto Pettinato, “Programa de acción”, Memoria y Estadística 1947, Dirección General de Institutos Penales. Ministerio de Justicia de la Nación, Buenos Aires, Talleres gráficos de la D.G.I.P. (U.1), 1949, pp. 11-13.
↑Zaffaroni, Eugenio Raúl - Alagia, Alejandro - Slokar, Alejandro: "Manual de Derecho Penal Parte General", 2º edición, Ediar, Bs As, 2002, p. 137; Caimari, Lila: "Apenas un delincuente", Siglo XXI, Bs As, 2004, p. 250; Cesano, José Daniel y Carnota, Walter F.: "El voto de los presos, in memoriam de Roberto Pettinato", con prólogo de Zaffaroni, Ediar, Bs.As., 2007; Vairo, Carlos Pedro: "El presidio de Ushuaia", Vol. 1 y 2, Zagier, Ushuaia, 2002.
↑ Dávila, Diego (1976). "El 16 de septiembre de 1955. Cronología", Historia Integral Argentina, T. 10, Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, p. 1-28