La etimología del nombre proviene de la región de Tafilete (Tāfīlālt) en el sur de Marruecos, donde se inició esta técnica.[3]
Una variante es el marroquí (o marroquín), de piel de oveja, usado igualmente en tapicería y objetos forrados de cuero.[4] De este término procede la palabra marroquinería, que designa tanto a la técnica del trabajo del marroquí, el taller donde se elabora, como la tienda donde se venden estos productos.[5]