El Trono del Crisantemo (en japonés 皇位 kōi, literalmente "asiento imperial") es un término común que se le da al trono Imperial del Japón. El término también puede referirse a asientos muy específicos, como el takamikura (高 御座) trono en el Shishin-den en el Palacio Imperial de Kioto.[1] Otros tronos o asientos utilizados por el Emperador durante las funciones oficiales, como los utilizados en el Palacio Imperial de Tokio o el trono utilizado en la ceremonia del Discurso del Trono en la Dieta Nacional, no se conocen como el "Trono del Crisantemo".[2] En un sentido metonímico, el "Trono del Crisantemo" también se refiere retóricamente al jefe de Estado[3] y a la institución de la propia monarquía japonesa.[4][5][6][7][8][9]
Según las leyendas, el Trono del Crisantemo es la monarquía en vigor más antigua del mundo. En Nihonshoki se afirma que el Imperio del Japón se fundó en el 660 a. C. por el Emperador Jimmu. De acuerdo con la tradición el Emperador Naruhito es el descendiente directo número 126 de Jimmu. El registro histórico se remonta hasta el Emperador Ōjin quien supuestamente reinó a principios del siglo V. A pesar del hecho de que han existido previamente ocho "Emperadoras" (en Japón únicamente la esposa del Emperador se llama Emperatriz), en conformidad con la Ley Imperial del Japón (promulgada por la Agencia de la Casa Imperial y el Consejo Privado (Japón)) a las mujeres les está prohibido reinar desde mediados del siglo XX.
El Emperador (en japonés: Tennō; (天皇), "Emperador Divino") actúa como el máximo sacerdote del ancestral Shintō, a pesar de que renunció formalmente a la reivindicación de su origen divino como hijo de la diosa Amaterasu O-Mikami tras la derrota del Japón en la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo con lo establecido en la Constitución del Japón en vigor, el emperador es el "símbolo del Estado y de la unidad del pueblo"; no tiene poderes políticos pero es un jefe de Estado ceremonial que representa la monarquía constitucional.