La volatilidad desde el punto de vista químico, físico y de la termodinámica es una medida de la tendencia de una sustancia a pasar a la fase de vapor. Se ha definido también como una medida de la facilidad con que una sustancia se evapora. A una temperatura dada, las sustancias con mayor presión de vapor se evaporan más fácilmente que las sustancias con una menor presión de vapor.
Relación entre las presiones de vapor y los puntos normales de ebullición de los líquidos
La presión de vapor es la presión que ejercen las moléculas del líquido que han escapado a la fase vapor en un recipiente cerrado donde se ha alcanzado el equilibrio. Muy a menudo el término se utiliza para describir la tendencia de un líquido a vaporizarse.
Se trata de una medida de la tendencia de las moléculas y átomos para escapar de un líquido o un sólido. La temperatura de ebullición de un líquido a presión atmosférica corresponde a la temperatura a la que su presión de vapor iguala a la presión atmosférica circundante, y a menudo se denomina temperatura de ebullición normal.
Cuanto mayor sea la presión de vapor de un líquido a una temperatura determinada, mayor es la volatilidad y menor es la temperatura de ebullición normal del líquido.
El gráfico de presión de vapor de la derecha tiene los gráficos de las presiones de vapor frente a la temperatura de una variedad de líquidos.[1] Como puede verse en el gráfico, los líquidos con la presión de vapor más elevada tienen los puntos de ebullición normales más bajos.
Por ejemplo, a cualquier temperatura dada, el clorometano tiene la mayor presión de vapor de los líquidos de la tabla. También tiene la menor temperatura de ebullición normal (-24, 2 °C), que es donde la curva de presión de vapor del clorometano (línea azul) cruza la línea de presión horizontal de una atmósfera de presión de vapor absoluta.