Es una porción de mar separada del mar Argentino por una franja de tierra compuesta por canto rodado, grava y arena, y conectada al mar abierto a través de una pequeña boca en su extremo sur. En su interior existen dos grupos de islas con características geomorfológicas propias (algunas de ellas son Primera, Segunda y Gaviota).
Su porción media contiene poblaciones de pingüinos de Magallanes, y la parte más cercana a la boca es utilizada como refugio por los elefantes marinos del sur entre agosto y abril, dada su protección del mar y de los vientos, convirtiéndose en uno de los pocos apostaderos continentales de dicha especie.[3][4][5]
También, desde 1983 conforma una Reserva Provincial Turística de 10000 ha, con el objetivo de preservar la fauna local.
El nombre fue colocado en honor a Antonio Valdés, protector de una expedición española que se extendió alrededor del mundo, entre 1789 y 1794, que bautizó con ese nombre a la caleta. Posteriormente la península pasó a tener el mismo calificativo en lugar del de "San José", en los mapas de los primeros pobladores.[8]