Según la enciclopedia francesa Larousse gastronomique, el nombre «civet» se aplica solo a estofados o guisos de animales de caza mamíferos, aromatizados con vino tinto (aunque en Cataluña se hacen también con vino blanco) y, que pueden ir acompañados de cebollinas. La sangre del animal primero se cuece y después se añade en el último momento, después de la picada, sacudiendo la cazuela para removerla y con cuidado para evitar que hierva. La picada solo lo añaden los cocineros catalanes, como por ejemplo, Josep Lladonosa y Giró.
Etimología
El término «civet» hace referencia a cive («cebolla tierna», un ingrediente usado en este estofado) que a su vez derivaría directamente del latíncaepatum y no se usa en el francés actual (oignon). Una civette (literalmente, «cive pequeña») sería según el CNRTL (Centro Nacional de Recursos Textuales y Lexicales) «un plato preparado con cebolla, ajo o cebollino». Se desconoce si civet es en origen francés u occitano.[1]
El civet de langostinos, que es una versión más económica del civet de langosta.
El civet de conejo con seta calabaza o edule (en catalán, ceps) es un ejemplo de la cocina burguesa del Rossellón.[5] La liebre o conejo de bosque en civet también se hace en la cocina catalana.[6]
El civet de ciervo, elaborado en el Pirineo catalán y en el Ampurdán.