Harrán,en arameo: ܚܪܢ [1] Jarán,[2] Haran[3][4] o Carras (en latín: Carrhae) es un yacimiento arqueológico localizado al sudeste de la actual Turquía, en el cruce de Damasco, Karkemish y Nínive. La situación de esta antigua ciudad ha sido estratégica a lo largo de la historia. Las inscripciones asirias desde el reinado de Tiglath-Pileser I mencionan este lugar hacia el 1100 a. C. con el nombre de Harrānu, que significaría «carretera, ruta, recorrido» en acadio. Harrán fue incendiada por los hititas.
Harrán fue el escenario de la célebre batalla de Carras. Se asentaba en territorio de la moderna Turquía, en la provincia de Harrān, lindante con Siria.
Descripción
Está situada cerca de la frontera con Siria, 70 km al suroeste de la ciudad de Sanliurfa, la antigua Edesa, donde finaliza una larga y estrecha carretera que cruza la calurosa llanura de Harrán. Fue una antigua ciudad del norte de Mesopotamia, emplazada al este del río Éufrates, a orillas de su afluente el Djullaben, en el valle del Balikh. Debido a su situación, controlaba el punto donde el camino de Damasco se une al de la gran ruta entre Nínive y Karkemish.
Historia
Harrán era conocida al principio de la historia por ser uno de los santuarios, junto con la ciudad de Ur, dedicados al culto del dios-Luna Sin, venerado por los semitas de Mesopotamia. Perteneció al Imperio neobabilónico. Según el Cilindro de Sippar de Nabonido, este rey pasó por la ciudad durante el largo viaje de diez años que emprendió poco antes de la caída de tal Imperio.
Fuentes bíblicas
Se la menciona en la Biblia —en el Antiguo Testamento— como la ciudad en la que se instaló Taré, el padre de Abraham, después de haber abandonado Ur. Es el lugar donde el relato bíblico sitúa la casa de Labán, hermano de Rebeca y suegro de Jacob.
Dominio hitita
Su estratégica posición en el camino entre Nínive y Karkemish la convirtió en un centro comercial de primer orden.
En el segundo milenio a. C. fue un establecimiento comercial asirio conocido como Harranu («camino»). Hacia la mitad del siglo XIV a. C. fue ocupada e incendiada por un ejército hitita dirigido por Piyassili de Karkemish (más conocido por Sarri-Kusuh), que conducía a Shattiwaza, pretendiente hurrita al trono de Mitani. Los hititas habían ocupado antes Irridu o Irrite, situada al oeste, en la ruta entre Karkemish y Harrán.
Dominio asirio
Harrán cayó en manos de Asiria hacia 1270 a. C., como el resto de Mitani. Fue saqueada en el año 763 a. C.. Alrededor del año 725 a. C. se rebeló contra los asirios, quienes la reconquistaron y le otorgaron privilegios que fueron conculcados en algún momento indeterminado, si bien le fueron devueltos por el rey Sargón II, quien la restauró no muchos años después.
Constituyó el cuartel general de los asirios después de la caída de Nínive, su capital, en 612 a. C. y su derrota con una coalición de egipcios contra los babilonios en la batalla de Karkemish en 605 a. C.
El 25 de julio de 616 a. C. Nabopolasar derrotó a los asirios en Harrán. Después de la pérdida de Assur y Nínive, un general se proclamó rey con el nombre de Ashur-uballit II y se hizo fuerte en Harrán, ciudad que finalmente fue ocupada por Nabopolasar de Babilonia en 609 a. C. Los egipcios acudieron en ayuda de los asirios (junio de 609 a. C.) y unidos a las fuerzas de Ashur-uballit, intentaron recuperar Harrán mediante asedio, pero se retiraron en agosto.
Una revuelta en Harrán propició un golpe de Estado del general caldeoNabónido, quien logró la corona de Babilonia en 565 a. C. Nabónido fue un gobernante extravagante. Dejó en Babilonia a su hijo Belsasar (posible inspirador del golpe de Estado) y se estableció en Harrán, donde rindió culto al dios Sin de la ciudad, y después en el oasis de Tayma, en Arabia. Dicho rey rechazaba el culto a Marduk, el dios de Babilonia; sus habitantes esperaban que adorara al dios local, y al no ser así, había perdido el apoyo de sus súbditos.
Ciro II el Grande, rey de los persas, después de derrotar a los medos (550 a. C.) y conquistar el país de Lidia (547 a. C.), hizo prisionero a Belsasar en Sippar, se apoderó de Babilonia y anunció el restablecimiento del culto a Marduk, por lo que obtuvo el apoyo de los babilonios. También se ganó a los judíos, etnia importante de la ciudad que permanecía exiliada de su tierra originaria.
Del dominio macedonio al romano
En 331 a. C. fue ocupada por los soldados macedonios de Alejandro Magno, y el propio rey permaneció allí durante el verano de dicho año.
Durante el Imperio seléucida pasó a formar parte de la satrapía de Osroene, con capital en Urhai (Edesa), una satrapía que fue independiente durante la Dinastía Abgárida y que gobernó Osroene durante siglos, sin dejar de ser vasalla del Sah de los partos. Sin embargo, vaciló entre Roma y el Imperio parto. Los romanos la llamaban Carrhae. Allí fue donde Marco Licinio Craso fue derrotado y capturado con su ejército por el general parto Surena en el mes de junio de 53 a. C., en la batalla de Carrhae. La ciudad estaba poblada por descendientes de los macedonios, quienes en la guerra se aliaron a los partos.
Dominios romano y bizantino
Lucio Vero arrebató la zona de Harrán al Imperio parto y la incorporó al Imperio romano, conquistando además Nísibis, pero una epidemia le obligó a retirarse. Un monumento a la victoria erigido en Éfeso señala a Harrán entre las ciudades sometidas.
En 384, la hispanorromanaEgeria, que viajaba entonces por Mesopotamia, escribió en su Itinerarium ad Loca Sancta que al llegar a la ciudad se encontró con que los únicos cristianos que residían permanentemente allí eran solo unos pocos clérigos. El obispo la llevó a visitar una iglesia cercana, construida sobre el solar de la casa de Abraham, donde asistió a la fiesta del mártir san Elpidio, que los monjes dispersos por el desierto de los alrededores celebraban cada mes de abril.[6]
Justiniano I reparó las murallas, de 4 km de largo por 3 de ancho y provistas de unas 187 torres. De sus seis puertas (Alepo, Anatalia, Arslanli, Mosul, Bagdad y Rakka) solo se ha conservado la primera. Durante el Imperio bizantino fue llamada a menudo Helenópolis, a causa del paganismo de sus habitantes.
En el año 640 fue ocupada sin combate por los árabes. Todavía existía en esa época el culto a Sin, y su templo fue transformado en un castillo del que solo se conservan hogaño las ruinas.
Al comienzo del periodo islámico, Harrán se hallaba en el territorio perteneciente a la tribu Mudar y era una de las principales ciudades del Diyar Mudar, la parte occidental del norte de Mesopotamia (Al-Jazira), junto con Er Roha (Edesa, actual Sanliurfa) y Raqqa. Durante el gobierno del califaomeyaMarwan II, Harrán fue la sede califal del Imperio islámico que se extendía desde Al-Ándalus hasta Asia Central.
Umar II estableció una escuela de medicina. El palacio califal fue destruido por los Abasidas. Al parecer, el califa Abasida Mamún, cuando atravesó Harrán durante su campaña contra el Imperio bizantino, obligó a los harranenses a convertirse a una de las "religiones del libro" (judaísmo, cristianismo o islam): en 830, dicho califa, al constatar que sus habitantes eran en su mayoría paganos, los forzó a elegir una de las tres religiones del Libro; los ciudadanos declararon ser sabeos para contar con la protección del Islam.[8]
En efecto, los sabeos son mencionados en el Corán, pero era un grupo de gnósticosmandeos que vivían al sur de Irak, los cuales se extinguieron en la época de Mamún. La relación de los sabeos arrianos con los mencionados en el Corán es una materia aún en debate.
Durante el Califato, Harrán tuvo un gobierno religioso sabeo que fue derrocado en 1032 o 1033 por una milicia rural chiita que no toleraba la libertad religiosa, aliada con los pobres de la ciudad. El templo sabeo fue al fin destruido. Pero entre 1059 y 1060 fue reconstruido como residencia fortificada de los numairidas, la tribu árabe que asumió el poder en el Diyar Mudar durante el siglo XI. La dinastía numairida había sido fundada por Waththab (990-1019), probablemente en tiempos del tercer emir Mani (c.1059), quien hacia 1063 reconoció la soberanía del Califato Fatimí, que duró hasta 1081, pues en ese año fue ocupada por Sharaf al-Dawla de la uqaílida, aliado selyúcida. Sin embargo, el gobernador uqaílida Yahya ben al-Shatir fue derrocado unos dos años después por una revuelta popular. Los selyúcidas la reprimieron a sangre y fuego y recuperaron Harrán.
Un terremoto en 1114 destruyó parte de la ciudad. Y al fundar Imad ad-Din Atabeg Zengi la dinastía zengita, incorporó Harrán a sus dominios en 1127.
Nur al-Din se apoderó de Harrán en 1149 y la embelleció después de ser destruida severamente por otro terremoto en 1156; transformó el lugar de nuevo en una fortaleza.
A finales del siglo XII fue la residencia de los Ayúbidas junto con Raqqa.
También la conquistó Saladino mientras estaba bajo el dominio de los Ayúbidas. En 1181 fue confiada en feudo a Muzaffar al-Din Abu Said Gokburi, y diez años después, en 1191, Saladino la dio en feudo a Malek al-Adil. En 1202 fue nombrado gobernador Hadjib Ali por cuenta del sultán ayúbida Malik al-Ashraf. En 1237 fue ocupada por los khwarízmidas y tres años más tarde la recuperó el ayúbida Malik al-Nasir. La ciudad se rindió sin combatir a los mongoles en 1260.
Taki al-Din Ahmad, famoso teólogo, nació en Harrán en 1263. En 1271 fue atacada sin éxito por Ala al-Din Taybars, los mongoles trasladaron en represalia a sus habitantes a Mosul y a Mardin y destruyeron Harrán, incluyendo las mezquitas, dejando solo en pie la ciudadela. En el siglo XIII el historiador árabe Abu al-Fida dice que estaba en ruinas.
Dominio mameluco
En 1303, después de la victoria de los mamelucos, toda la Al-Jazira, incluyendo Harrán, pasó a su dominio. Fue una aldea durante siglos, pero en la época moderna se construyó una nueva ciudad a unos dos kilómetros de la vieja, donde permanecen las ruinas, ahora transformadas en un atractivo turístico.
Cristianismo en Harrán
Harrán fue un centro del cristianismo asirio desde el comienzo, siendo el primer lugar donde se construyeron abiertamente iglesias cristianas. Sin embargo, muchas personas de Harrán mantuvieron su antigua fe pagana durante el período cristiano, y los antiguos dioses mesopotámicos / asirios, como Sin o Assur, fueron adorados durante algún tiempo.
Harrán es famosa por sus tradicionales casas de adobe en forma de colmena, construidas sin nada de madera. Su diseño permite que el interior esté fresco, algo esencial en esta parte del mundo, y se piensa que no ha cambiado en 3000 años al menos. Algunas fueron utilizadas como viviendas hasta los años 80 del siglo XX. Sin embargo, las que permanecen están estrictamente reservadas para las visitas turísticas. La mayor parte de la población de Harrán vive en un pueblo pequeño, construido aproximadamente a dos kilómetros del yacimiento.
En el lugar histórico, las ruinas de las murallas y de las fortificaciones todavía están en pie, junto a una puerta de la ciudad, al igual que algunas otras estructuras. Las excavaciones de un túmulo funerario cercano, del siglo IV a. C., continúan bajo la dirección del arqueólogo turco Nurettin Yardımcı.[13]
El nuevo pueblo es pobre y su vida es dura a causa del clima caluroso de esta llanura. La población es de etnia árabe y viven conforme a sus arraigadas tradiciones. Se cree que estos árabes fueron asentados por el Imperio otomano durante el siglo XVIII. Las familias típicas reúnen de diez a quince niños que venden a los visitantes folletos sobre Harrán o ramilletes de hierbas (o piden pequeños obsequios, como cintas de pelo o lápices labiales). También intentan hacer de guías. Las mujeres del pueblo están tatuadas y vestidas con ropas tradicionales beduinas.
Antes de finalizar la década de 1980, la extensa llanura de Harrán había caído en el desuso porque los arroyos de Cüllab y Deysan, su suministro original de agua, se habían secado. Pero la llanura está siendo irrigada por el Proyecto del sudeste de Anatolia y está reverdeciendo; el algodón y el arroz pueden ser cultivados de nuevo.
↑la Biblia de Reina-Valera (BRV) usa Harán, pero según la Enciclopedia de la Biblia Ediciones Garriga es el onomástico del personaje bíblico.
↑Herodiano, Historia del Imperio romano después de Marco Aurelio iv.13.7.
↑Oliver Nicholson, ed. (2018). The Oxford Dictionary of Late Antiquity(en inglés). Harran. Nueva York: Oxford University Press. p. 702. ISBN978-0-19-881624-9.
↑H. J. Blumenthal, "529 and its sequel. What happended to the Academy", Byzantion, 48 (1978), p. 369-385. Ver Georges Tate, Justinien, l'épopée de l'Empire d'Orient, Fayard, 2004.
Chwolsohn, Daniil Abramovic, Die Ssabier und der Ssabismus, 2 vols. St. Petersburg, 1856. [Still a valuable reference and collection of sources]
Green, Tamara, The City of the Moon God: Religious Traditions of Harran. Leiden, 1992.
Heidemann, Stefan, Die Renaissance der Städte in Nordsyrien und Nordmesopotamien: Städtische Entwicklung und wirtschaftliche Bedingungen in ar-Raqqa und Harran von der beduinischen Vorherrschaft bis zu den Seldschuken (Islamic History and Civilization. Studies and Texts 40). Leiden, 2002 .
Rice, David Storm, «Medieval Harran. Studies on Its Topography and Monuments I», Anatolian Studies 2, 1952, pp. 36-84.